jueves, 30 de abril de 2009

Las Islas Afortunadas


Las fuentes antiguas que relacionan Canarias con las Islas Afortunadas tienen la primera referencia geográfica, ya no mitológica, de unas makáron nesoi reales la tenemos en Estrabón (S. I a.C.). En su obra Geografía habla de unas Islas de los Bienaventurados en los confines de occidente, por la parte de Mauritania, donde concurre con la extremidad occidental de Iberia, frente a Cádiz. Otros dos autores griegos que m,encionan estas islas por la parte de África son Plutarco (Vida de Sertorio) y Filóstrato (Vida de Apolonio de Tiana), ambos en el S. II d.C. Entre los autores latinos citan unas Islas Afortunadas geográficas Salustio, Pomponio Mela, Floro, etc. El texto clásico por excelencia de estas Islas Afortunadas, cuyas atribución puede referirse, no obstante, a cualquier archipiélago macaronésico y, por tanto, no sólo a las Canarias, es el de Isidoro de Sevilla (S. VII) en su obra Etimologías.

Otros autores que hablan de las Islas Afortunadas después de Plinio, y siguiendo en gran parte su texto, citan nuestras islas por sus supuestos nombres autores como el griego Claudio Ptolomeo (S. II d.C.), Guía geográfica; Solino (S. III), Collectanea; Marciano Capela (S. V), Bodas de Mercurio y la Filología; Vicente de Beauvais (S. XIII), Speculum Naturale; Pedro de Ailly (SS. XIV-XV), Imago Mundi; etc. Lo característico de estos autores es la desfiguración que van sufriendo los nombres de cada una de las islas. Todos los textos citados se refieren con seguridad a algunas de nuestras islas, pero están interpolados también con noticias de tipo maravilloso, que para nada tienen que ver con ellas.

Resulta demasiado arriesgado asignar cada una de las islas citadas por Plinio a las actuales y la única que parece corresponder a ciencia cierta es Canaria, que sería Gran Canaria. Probablemente Ninguaria se puede identificar también con Tenerife.

La teoría de la afirmación de que el nombre de Canaria procede de los perros que abundan en la isla del mismo nombre está perdiendo terreno en favor de la opinión, defendida por un importante grupo de estudiosos, que apuntan a que derivaría de Canarii, nombre de una tribu norteafricana que vivía en el monte Atlas. Lo que sí es evidente es que gracias a la obra de Plinio las Islas Afortunadas comentazon a alejarse de la nebulosa del mito y a cobrar una realidad histórica y geográfica más firme.

Marcos Martínez, La mitología. Todo sobre Canarias, Centro de la cultura popular canaria, 2005.



TEXTO 1
"Situadas enfrente, las islas Afortunadas abundan en plantas que se crían espontáneamente y con los frutos que nacen sin parar unos tras otros alimentan a sus despreocupados habitantes más felizmente que otras ciudades civilizadas. Una isla es muy célebre por la extraña naturaleza de dos fuentes: los que han probado el agua de la una acaban muriéndose por la risa que les provoca; mas para los afectados por este mal el remedio consiste en beber agua de otra fuente".

(Pomponio Mela, corografía, III, 10, 102; ed. y trad. de V. Bejarano)

BIOGRAFÍA
Pomponio Mela nació en Tingentera (Algeciras), en siglo I, contemporáneo de la época del emperador Claudio. Es autor de un compendio geográfico que se compone de tres volúmenes de título "De Chorographia", y que escribió en la época de los años 40 del siglo I. En él se relatan viajes por las costas del mundo entonces conocido, que extendía desde el norte de África hasta el océano Índico. Además de su valor geográfico, con detalles técnicos sobre los diversos lugares, la obra tiene un valor etnológico, pues relata las diversas costumbres de los moradores de dichos lugares así como otros aspectos, como el arte de sus pueblos. Gran parte del contenido de esta obra son recopilaciones de otros autores como Heródoto, Estrabón y Marco Terencio Varrón. La parte referente a la península Ibérica fue editada en Buenos Aires, en 1947. Pomponio Mela es una fuente importante para el conocimiento de la geografía de su época hasta la era de las grandes exploraciones, trece siglos más tarde. Plinio el Viejo le cita en su enciclopedia sobre Historia Natural como una gran autoridad sobre el tema.


TEXTO 2
"Hay quienes opinan que más allá de éstas están las Afortunadas y algunas otras, entre las cuales el mismo Seboso, que expresó también las distancias, asegura que Junonia dista de Gades 750.000 pasos y que a otros tantos en dirección al Ocaso están "Pluvialia" y "Capraria"; que en "Pluvialia" no hay más agua que la de la lluvia, que a 250.000 pasos de éstas se encuentran las Afortunadas enfrente del costado izquierdo de Mauretania en el rumbo de la octava hora del sol, que se llama "Invalle" por su suelo ondulado y "Planasia" por su aspecto, que el contorno de "Invalle" es de 300.000 pasos y que en ella crecen árboles de una altura de 140 pies. Juba averiguó sobre las Afortunadas lo siguiente: que también están situadas bajo el mediodía cerca del Ocaso 625.000 pasos de las Purpurarias, de suerte que hay que nagevar por encima del Ocaso 250.000 pasos y a continuación se busca el Orto durante 375.000 pasos; que la primera, sin rastro alguno de edificios, se llama "Ombrion"; que tiene entre los montes un pantano artificial y unos árboles parecidos a la cañaheja de los que se obtiene agua exprimiéndoles, de los negros amarga y de los más blancos agradable de beber; la segunda isla se llama "Junonia" y en ella hay un templecillo construido únicamente con una sola piedra; que muy cerca está la isla menor del mismo nombre y a continuación viene "Capraria", plagada de grandes lagartos; que a la vista de ellas está "Ninguaria", que ha recibido este nombre por sus nieves perpetuas, cubiertas de nubes; que la más cercana a ésta se llama "Canaria" por la cantidad de canes de enorme tamaño, de los cuales le trajeron dos a Juba; que en ella aparecen vestigios de edificaciones; que, si bien todas abundan en cantidad de fruta y de aves de toda clase, ésta asimismo abunda en palmeras productoras de dátiles y en piñas piñoneras; que hay también abundancia de miel y que se cría también papiro y esturiones en los ríos; éstas islas están infestadas de animales marinos en putrefacción, que arroja a tierra continuamente la marea.

(Plinio, Historia natural VI, 37, 203-205, trad. de V. Bejarano, "Hispania Antigua según Pomponio Mela, Plinio el Viejo y Claudio Ptolomeo", fascículo VII se Fontes Hispaniae Antiquae, págs. 135 y sig.)


TEXTO 3
"Los que habitan en los bosques cercanos llenos de elefantes y fieras y de serpientes de toda clase se llaman "canarios", ya que su comida se confunde con las de los perros y es la carne compartida de las fieras".

(Plinio, Historia Natural, V, 1,15; ed. y trad. V. Bejarano)


BIOGRAFÍA
Cayo Plinio Cecilio Segundo, conocido como Plinio el Viejo, fue un escritos latino, científico, naturalista y militar romano. Nació en Comum, la actual Como, en Italia, en el año 23 y murió en Estabia, hoy Castellammare di Stabia, el 24 de agosto del año 79. Tras estudiar en Roma, a los veintitrés años inició su carrera militar en Germania, con una duración de doce años. Llegó a ser comandante de caballería antes de regresar a Roma, en el año 57, donde se dedicó al estudio y cultivo de las letras. A partir del año 69 desempeñó varios cargos oficiales al servicio del emperador Vespasiano. Agudo observador, fue autor de algunos tratados de caballería, una historia de Roma y varias crónicas históricas, hoy perdidas. Perteneció al orden ecuestre. Desarrolló su carrera militar en Germania, y como Procurador Romano en Galia e Hispania alrededor del 73.

miércoles, 29 de abril de 2009

ATLÁNTIDA


Timeo 24d-25d. El imperio de la isla Atlántida y su destrucción


Numerosos y grandiosos han sido los hechos de vuestra cuidad, aquí escritos, que causan admiración: pero de todos ellos hay uno que sobresale por completo en importancia y mérito. Efectivamente nuestros escritos cuentan cómo vuestra cuidad aniquiló en una ocasión una fuerza que marchaba con soberanía sobre toda Europa y Asia juntas, tras partir desde fuera, desde el mar Atlántico. Entonces aquel mar se podía atravesar, pues tenía una isla delante de la desembocadura que vosotros llamáis, según decís, columnas de Heracles. LA isla era mayor que Libia y Asia juntas, y desde ellas era posible para los que viajaban en ese tiempo acceder a las otras islas. Desde ellas se podía pasar a todo el continente que esta justo enfrente y rodeaba aquel verdadero océano. Esa parte, que quedaba dentro de la desembocadura de la que hablamos, parece que tenía un puerto estrecho y que servía como entrada. Aquello era realmente un mar, y la tierra que lo rodeaba podría llamarse con tal precisión continente. En esta isla isla Atlántida se formó una grandiosa y admirable potencia integrada por reyes que dominaban toda la isla, otras más y algunas zonas del continente. Además de esto gobernaban sobre los que vivían en el interior de Libia hasta Egipto, y de Europa hasta Tirrenia. toda esta potencia, tras concentrarse en una sola, intentó en una ocasión esclavizar vuestra tierra, la nuestra y la que está situada dentro de la desembocadura en un solo ataque. fue entonces, Solón, cuando la fuerza de vuestra ciudad llegó a ser manifiesta a todos los hombre en virtud y poder. Pues aventajó a todos en coraje y en el arte de la guerra; en algunos momentos estuvo al frente de los griegos, en otros, ella misma se quedó sola por necesidad cuando los otros se apartaron. estuvo expuesto a los peligros mas extremos, erigió un trofeo tras vencer a la atacantes. Impidió que fuesen echo esclavos los que aún no lo eran, y a todos los otros, los que vivimos en el interior de las columnas de Heracles, los liberó generosamente. En el tiempo siguiente sobrevivieron un violento seísmo y un cataclismo; sucedió durante un día y una noche terribles, y toda vuestra casta guerrera se hundió bajo la tierra, y la isla Atlántida tras hundirse de igual manera bajo el mar, desapareció. Por ello ahora el mar de allí es inaccesible y desconocido, teniendo como obstáculo el lodo de muy poca altura que la isla asentada produjo".


6) Critias 113b-115c. Atlas recibe la Atlántida. Descripción geográfica

Hacia el mar, justo en el medio de la isla, había una llanura de la que se dice que era verdaderamente la más bella de todas y muy excelente por sus cualidades; en ella, a su vez, había en el medio una montaña de poca altura en todas sus partes que distaba 50 estadios. En ella vivía uno de los hombres que había nacido allí de la tierra, su nombre era Evenor, y vivía con su esposa Leucipe. Sólo tuvieron una hija, Clito. Cuando la chica le llega ya la edad de tomar esposo, su padre y su madre mueren, y después de haberla deseado Poseidón se une con ella; éste se para con círculos la colina en la que vivían, y la deja bien cercada haciendo anillos alternos de agua y tierra, de mayor y menos tamaño, dos de tierra, tres de mar a partir del centro de la isla, teniendo todos la misma distancia por todas partes, de manera que era inaccesible para los hombres.
Cómo era un dios él mismo arregló fecilmente la isla que estaba en el medio, llevó dos fuentes desde la tierra hasta la parte superior, una fluía caliente desde la fuente, y la otra fría, y repartió suficiente comida variada de la tierra. Engendró cinco generaciones de gemelos varones y los crió; tras dividir toda la isla Atlántida en diez partes asignó al que había nacido en primer lugar de los más viejos de la casa materna y la zona que la rodea, la mayor y mejor, y a este lo nombró rey de los otros, a los otros gobernadores, y dio a cada uno el gobierno de muchos hombres y el territorio de una gran región. A todos les puso un nombre, al mayor y rey, ese nombre a partir del cual toda la isla y el mar, llamado Atlántico recibe su denominación, porque el primero en reinar se llamaba Atlas; el gemelo que nació después de éste y que le había correspondido como parte suya el extremo de la isla cerca de las columnas de Heracles hasta la región llamada ahora en ese lugar Gadírica, lo llamó Eumelo en griego, pero en la lengua local Gadiro, el cual suministró probablemente el nombre a la región. A los que nacieron en segundo lugar los llamó Anferes a uno, y al otro Evemo. De los nacidos en tercer lugar al primero lo llamó Mneseo, y al otro Autóctono; de los cuartos, al primero el Elasipo y Méstor al siguiente. De los quintos llamó al que nació en primer lugar Azaes y al otro Diáprepes.Todos ellos y sus descendientes vivieron aquí durante muchas generaciones gobernando muchas islas del océano, incluso como se dijo también antes, extendiendo su poder hasta esta zona interior, hasta Egipto y Tirrenia.Debido a su poder conseguían muchas cosas provenientes de fuera; sin embargo, la isla les proporcionaba la mayor parte de las cosas necesarias para vivir, primeramente, cuando es extraído del suelo por la minería, era sólido y fusible, y lo que ahora únicamente se nombra -entonces era más que un nombre, el oricalco, extraído de muchos lugares de la isla, y el más preciado por los de entonces con la excepción del oro- y cuanto proporcionan los bosques para el trabajo de los carpinteros,todo lo producía abundantemente y, además, alimentaban una gran cantidad de animales domésticos y salvajes. La especie de los elefantes era muy numerosa. Para los demás animales había alimentos, para los que comen en los pantanos, lagos, ríos, montes y llanuras, para todos había suficiente, incluso para ese animal que por naturaleza es el mayor y un gran devorador. Además de esto, todo lo aromático que ahora la tierra cría, raíces, hierbas, madera, jugos destilados de flor o de fruta, lo producía y criaba correctamente; incluso el fruto cultivado, el seco, que nos sirve para las comidas y cuantos utilizamos para comer -llamamos a todas sus variedades legumbres- y lo que es fruto de los árboles, que produce bebida, comidas y aceite, y que resulta difícil de conservar debido al placer y diversión que genera, el fruto de los árboles frutales y los postres sabrosos que servimos al fatigado para exhortarlo a que se sacie. Tendieron Puentes en los anillos de mar que estaban alrededor de la antigua metrópolis haciendo un camino que comunicaba la parte de fuer y la residencia real. Desde el principio hicieron rápidamente el palacio real en la misma residencia del dios y sus descendientes, y al recibirlo uno del otro, arreglaba cada uno lo que estaba arreglado y, así, aventajaba siempre al anterior, hasta que hicieron que por la grandeza de las obras la residencia fuera algo digno de ver. Empezaron haciendo un canal desde el mar de tres pletros de ancho, cien pies de profundidad, cincuenta estadios de extensión, hasta el anillo más exterior, y allí hicieron, como en un puerto, el punto de encuentro del mar con aquel, con una entrada al puerto apropiada para dar acceso a las naves más grandes. Además de esto, abrieron los anillos de la tierra que se interponían en los del mar conforme a los puentes en tamaño justo para que pudiera atravesarlo un trirreme y cubrieron la parte superior de manera que el pasaje de los barcos pudiera estar en la parte inferior, pues los bordes de los anillos de la tierra poseían una altura que sobrepasaba el mar.


9) Critias 118e- 119b. Organización militar.


Está fijado que en cuanto al número cada parte del territorio (de la isla central, sede del palacio real) proporcionara un jefe de entre los hombres útiles que había para la guerra en la llanura; la extensión de cada parte era diez veces diez estadios, mientras que todos hacían un total de sesenta mil. Se decía que el número de hombres de las montañas y de las otras partes de la región era infinito, y que todos estaban repartidos en esos lugares con sus jefes cada uno según el lugar y la aldea. Estaba decretado que el jefe proporcionara para la guerra la sexta parte de un carro de guerra hasta llegar a diez mil carros, dos caballos y jinetes, incluso una pareja sin carro de guerra, un soldado a pie provisto de un pequeño escudo, un conductor para los 2 caballos juntos con el jinete, dos hoplipas, arqueros y honderos, dos de cada uno, soldados con armamento ligero y lanzadores de piedras, tres de cada uno, y cuatro marineros para un contingente de mil doscientas naves.


Critias 117e-118e. Descripción física del resto del país.

Primeramente, se decía que todo el lugar era alto y escarpado desde el mar, y que toda la llanura situada junto a la ciudad que rodeaba y estaba, a su vez, envuelta hasta el mar por monte, no tenía apenas relieve, era lisa, muy alargada, de tres mil estadios por un lado, y dos mil en el centro, subiendo desde el mar. De toda la isla éste era el lugar orientado hacia el Noto, opuesto a la osa mayor y resguardado del viento del norte. El trabajo de la naturaleza y de numerosos reyes durante mucho tiempo hizo la llanura del siguiente modo. Era un cuadrado muy recto y largo y cuanto le faltaba para serlo, lo completaron cavando una fosa a su alrededor. La profundidad, ancho y extensión escogida de esta resultaron ser tan grandes al compararla con otros trabajos, que se convirtió en algo increíble pues era un producto del ser humano; con todo, he de contar por lo menos, lo que escuchamos: La profundidad era de un pletro, el ancho en todas sus partes un estadio, y su extensión resultó ser de diez mil estadios, al haber sido excavada alrededor de toda la llanura. La fosa recogía las corrientes que bajaban desde las montañas y rodeaban la llanura, y cuando había alcanzado la cuidad por los dos lados, dejaba fluir allí la corriente del mar. de la parte superior salían unos canales rectos de cien pies de ancho que cortaban la llanura hasta la fosa que desembocaba en el mar. Cada uno distaba del otro cien pies; de este modo bajaban antes las maderas de la montaña hasta la cuidad y transportaban en barco los otros productos propios de cada estación, pues había hecho paso transversales entre los canales que llegaban hasta la cuidad.



Critias 119b_120d. La forma del gobierno

El gobierno y las relaciones mutuas de éstos(los reyes) se establecían según las indicaciones e Poseidón, según la ley se los había transmitido y según los documentos escritos por los primeros en una columna de oricalco que estaba situada en el centro de la isla, en el templo de Poseidón, donde se reunían el el quinto año, aveces en el sexto alternativamente, dedicando el mismo tiempo al asunto que era conveniente como el baladí; cuando se reunían, estudiaban los asuntos comunes e indagaban si alguien había transgredido las leyes, y lo juzgaban. Cuando se disponían a juzgar, daban primero estas pruebas de lealtad entre sí. Tras dejar sueltos a los toros que habían en el templo de Poseidón, y al ser ellos únicamente diez, suplicaban al dios que cogiera al animas que le agradara, y sin hierro lo cazaban, con palos y cuerda;al toro que cogían lo llevaban junto a la columna y lo mostraban en la parte más alta de ésta conforme a los documentos escritos. Después de sacrificar y presentar a la divinidad todos los miembros del toro conforme a sus propias leyes, llenaban una cratera y echaban en ella un coágulo de sangre en nombre de cada uno de ellos, y el resto lo echaban al fuego tras haber dejado limpia la columna. A continuación extraían sangre de la cratera con vasijas de oro y vistiéndola sobre el fuego juraban juzgar de acuerdo con las leyes de la columna y sancionar si antes alguien había cometido alguna falta, y después de eso no transgredir de forma voluntaria los documentos escritos en nada, ni gobernar, ni someterse a un gobernante salvo que ejerciera el poder según las leyes del padre. De noche, cuando habían apagado todo el fuego que rodeaba el templo, se les juzgaba y juzgaban si alguno acusaba a uno de ellos de haber faltado en algo. Tenían muchas otras leyes particulares sobre las atribuciones de cada uno de los reyes, pero lo más importante era no llegar nunca a las armas entre ellos mismo y prestarse ayuda mutua si alguna vez alguno de ellos se atreviese a aniquilar el linaje real de alguna ciudad, deliberando en común, como los de antes, las resoluciones sobre la guerra y otros asuntos y dándole el mando a la estirpe atlántica

La Isla de San Borondón

San Borondón y Jasconio

Según la Navigatio Sancti Brandani, Brandán tuvo noticia de su existencia a través del relato de otro monje. Intrigado, decidió construir un curragh y partir hacia Occidente en compañía de diecisiete monjes.
Tras quince días de navegación arribaron a una isla en la que fueron recibidos por un perro que los guió hasta una villa despoblada. Allí permanecieron durante tres días, encontrando siempre comida preparada para ellos, aun cuando fueron incapaces de ver a una sola persona. Las siguientes estaciones fue la Isla de las Ovejas y la que posteriormente sería conocida como Isla de San Brandán: Era una ínsula completamente desprovista de vegetación en la que decidieron encender una hoguera para calentarse. Cuando se sentaron en torno al fuego se estremecieron al comprobar cómo la isla comenzó a moverse. Se dirigieron precipitadamente hasta su barco y se alejaron precipitadamente de ella. Se trataba, en realidad, de la ballena gigante Jasconius.
La siguiente etapa del viaje transcurrió en el Paradisus Avium (Paraíso de los Pájaros), habitada por pájaros de todo tipo que se unieron a los monjes en sus oraciones.


San Borondón La Palma

Vueltos a la mar, navegaron durante tres meses hasta que, exhaustos, alcanzaron una isla habitada por monjes que habían realizado un estricto voto de silencio, y que habían residido allí durante ochenta años, sin padecer enfermedad o desgracia alguna. Tras el abandono de este lugar llegó la prueba más terrible que tuvieron que afrontar San Brandán y sus compañeros: El paso del infierno. Monstruos sin número se acercaron a la nave escupiendo enormes ráfagas de fuego. Los monjes reemprendieron el rumbo a toda prisa pero a pesar de todo no pudieron evitar que uno de ellos fuera devorado por una de esas criaturas.

Su viaje prosiguió, y la siguiente etapa tuvo lugar junto a un enorme pilar de cristal que tardaron casi tres días en bordear, a través de un mar lleno de niebla. Finalmente alcanzaron la frontera de la Tierra de la Promisión, donde fueron recibidos por un hombre que les desaconsejó continuar. Así hicieron y regresaron a Irlanda, lugar donde Brandán murió poco después de su llegada.


De esta leyenda se conocen hasta tres versiones:


1) la versión màs clásica es la que cuenta que San Brandán recibe la visita de un hermano de religión, San Barinto, que le habla de la existencia de un paraíso terrenal visitado por él. San Brandán emprende su Búsqueda a tráves del Oceano con catorce monjes y después de cuarenta días tropieza con la islas como lade los carneros, la de los pájaros, etc.., y en una de ellas , que resultó ser una ballena, celebra la Pascua de Resurrección. Entre las islas visitadas hay una , rocosa, con lavas y cíclopes, que llama Isla del Infierno .Trascurridos siete años regresa al monasterio de onde había partido.


2) Versión gaélica: es similar a la anterior en líneas generales, pero la idea del Paraíso terrenal le surge al santo en un sueño en el que un ángel se lo promete.


3) Versión sajona: San Brandán arroja a la hoguera un libro que contiene la narración de maravillas sin cuento. El señor le castiga imponién dole la tarea de volver a escribirlo, después de ivir las mismas aventuras maravillosas que había estimado falsas.


El nombre del monje irlandés ha sufrido muchas variantes: San Barandán, San Brandán, San Blandán, etc,, y en el ámbito de Canarias se transformó en San Borodón. Tan fuerte era la creencia en el relato de este monje que a fines del siglo xii empezó a aparecer en los mapas una isla de San Brandán, como, por ejemplo, en el planisferio de Hereford y en el discario de Ebstorf. Otros mapas medievales que la dibujan son el de Pizzigano(1367) , al oeste de irlanda: Toscanelli(1476) , al este de Cabo Verde; Bianco , al norte de madeira; Behaim (1492), al suroeste de las Canarias. Otas denominaciones que ha tenido esta isla son Encubierta, Non Trubada, Encantada, la Perdida, y Aprositus eInaccesible. Testigos oculares de alta alcurnia, como prelados, religiosos, capitanes, escribanos y doctores, así como numerosos campesinos y marineros, han alegado haberla visto en el espacio insular de nuestro archipiélago. Se creyó tan firmemente en su existencia que se llevaron a cabo múltiples expediciones para su descubrimiento, como las de Fernando de Troya y Fernando Álvarez en (1526), siendo la última , que se sepa, la ordenada por el Capitán General de Canarias, Juan de Mur y Aguirre en 1721.


Detalle de la Leyenda de San Borondón Oxford, siglo XII


Explicación del mito:

En determinadas condiciones atmosféricas, la isla, según los científicos, sigue apareciendo de vez en cuando e, incluso, se la ha llegado a fotografiar, como pretendió el ABC de Madrid el 10 de agosto de 1958. Lo cierto es que actualmente se la considera una ilusión óptica y un efecto de refracción de la luz. Al decir de algunos, se trataría de un reflejo de la isla de La Palma con las naturales de deformaciones que sufren los objetos al ser reflejados en ciertas condiciones atmosféricas: mayor temperatura de las aguas que en la atmósfera , horizonte despejado y soplo de determinados vientos.




Plan de las Afortunadas Islas del Reino de Canarias. Anónimo C. 1765
EL JARDÍN DE LAS HESPÉRIDES

APOLODORO,Biblioteca, II,5,11.
...Como undécimo trabajo le ordenó hacerse con las manzanas de oro de las Hespérides. Estas manzanas ni estaban en Libia como han dicho algunos, sino en el Atlas, entre los Hiperbóreos. Gea se las había regalado a Zeus cuando se desposó con Hera. Las guardaba un dragón inmortal, hijo de Tifón y Equidna, que tenía cien cabezas y emitía muchas y diversas voces. Con él vigilaban también las Hespérides, Egle, Eritía, Hesperia y Aretusa... Heracles a través de la Iliria se dirigió apresuradamente al río Erídano y llegó ante las ninfas, hijas de Zeus y Temis. Éstas lo encaminaron a Nereo, a quien Heracles apresó inetras dormía y, aunque el dios adoptó toda clase de formas, lo ató y no lo soltó hasta que supo por él dónde se encontraban las Hespérides y sus manzanas. Una vez informado atravesó Libia..


Y al llegar, por tierras de Libia, al mar exterior, recibió la copa de Helios ; habiendo cruzado al continente opuesto flechó en el Cáucaso al águila, nacida dde Equidna y Tifón, que devoraba el hígado de Prometeo...



Prometeo había advertido a Heracles que no fuera él mismo a buscar las manzanas, sino que enviase a Atlante, y sostuviera entre tanto la bóveda celeste ; así, cuando llegó al país de las Hiperbóreos ante Atlante, lo reemplazó, según el consejo recibido.



Atlante, después de coger de las Hespérides tres manzanas, regresó junto con Heracles. Y para no cargar de nuevo con el cielo dijo que él mismo llevaría las manzanas a Euristeo, y ordenó a Heracles que sostuviera la bóveda celeste en su lugar. Heracles accedió, pero con astucia consiguió devolvérsela a Atlante. Aconsejado por Prometeo lo invitó a soportarla mientras él se colocaba una almohadilla en la cabeza. Al oír esto, Atlante dejó las manzanas en el suelo y sostuvo la bóveda; entonces Heracles recogió las manzanas y se marchó. Algunos dicen que no las consiguió por mediación de Atlante, sino que las cogió él ismo después de matar a la serpiente que las custodiaba. Obtenidas las manzanas, las entregó a Euristeo. Éste, tomándolas, las regaló a Heracles, de quien las recibió Atenea, que las devolvió, pues era impío que estuviesen en cualquier otro lugar.


APOLODORO
Atenas, (c. 180 a. C.)-Pérgamo (119 a. C.), fue gramático, historiador y mitógrafo griego. Se estableció en Alejandría. Los antiguos le atribuyeron la obra en prosa Biblioteca mitológica, donde se intentaban conciliar las distintas versiones que ofrecían de cada mito los poetas. La obra se ha conservado sólo en parte, pero es una de las fuentes principales para el estudio de la mitología griega.


POMPONIO MELA, Corografía, III, 10, 100.

" Después empieza el frente costero que, volviéndose a Occidente, es bañado por el mar Atlántico : sus primeras tierras las habitan los etíopes ; las de en medio nadie, porque o están abrasadas o cubiertas por las arenas o infestadas de serpientes. Próximas a las tierras abrasadas se encuentran unas islas en las que se dice que vivieron las Hespérides."


POMPONIO MELA

Nació en Tingentera (Algeciras), en el siglo I. Es autor de un compendio geográfico que se compone de tres volúmenes de título "De Chorographia". El tercer libro se refiere a países como Hispania, Galia, Germania, llega hasta Asia y analiza parte del continente africano. Aunque esta es una de las primeras obras donde se realiza un análisis puramente geográfico, no contiene datos técnicos y alguna información que trasmite resulta equívoca.


JOSÉ DE VIERA Y CLAVIJO, Historia de Canarias, I, (ed.A.Cionarescu), página 35-6


Estos escritores (muy distantes del abad Banier en el modo de explicar las fábulas por la historia), pagados de cirta interpretación ingeniosa y aún capaz de seducir a los que pasan por encima de ella sin precaución, creyeron poder descifrar todo el enigma de los jardines de las Hespérides, sin salir del valle de Taoro en Tenerife, y véase aquí cómo.

En aquel espacio de terreno, digno de la fama por su fertilidad, se crían ciertas manzanas cuya cáscra es de color de oro; y como también el nombre antiguo de Taoro y de Orotava suena a las de oro, no hay duda que la fantasía hallaba facilidad para reputar por de oro las mismas manzanas. Además de esto, todos saben que el drago es uno de los árboles más especiales de nuestras islas, pues siendo su tronco al modo del de una serpiente, y su jugo una concreción como de sangre, ha pasado más de una vez por verdadera sangre de dragón, y el árbol casi por una bestia. Y si nos figuramos el pomar de Taoro cercado de una valla de dragos, ¿qué nos falta para poder decir, en tono de fábula oriental, que en la isla de Tenerife hay jardines de manzanas de oro,bajo la custodia de un dragón?
Pero es necesario que se diga la verdad toda entera. Este pensamiento desaparece como un fenómeno, luego que se vuelven los ojos hacia los tenebrosos días de Hércules, Atlante,Euristeo y las ninfas Hespérides ; porque no se hallarán vestigios de manzanas en nuestras islas, pues éstas las plantaron los españoles : ni que Taoro en lengua guachinesca"Tonto oro", según a nosotros nos suena ; ni que los árboles dragos hayan tenido siempre este nombre, o pasado por unos semibrutos. Hecha esta reflexión, que es muy obvia, sería menos malo entender con Marco Varrón y Diodoro de Sicilia por manzanas el vellón de algunas ovejas que los griegos llaman "mala" ; por dragón cierto brazo de mar que, serpenteando con varias inflexiones, ofrecía la idea de aquella bestia alada. Pero , ¿que necesidad habrá de desatar estos enigmas?

JOSÉ VIERA Y CLAVIJO

Aunque nació en el Realejo Alto (Tenerife), su familia se trasladó al Puerto de La Orotava (actual Puerto de la Cruz) donde estudió con los Dominicos destacando en filosofía escolástica. La lectura de los discursos de Benito Jerónimo Feijoo le hizo un gran efecto y le inclinó al racionalismo de la Ilustración. En 1763 comienza a escribir su Historia de Canarias que es considerada actualmente la primera Historia de Canraias con carácter científico. Recopiló y consultó las fuentes anteriores a su época y separó lo fantástico y legendario de aquello real e histórico.









Las fuentes antiguas solín localizar al Jardín de las Hespérides en zonas continentales, pero hay otras insulares en las que se sitúan este famoso jardín. La primera alusión clara a unas islas atlánticas occidentales como morada de las Hespérides es Pomponio Mela (s. I). A partir de él hay una serie de autores latinos que mencionan a la isla de las Hespérides (Plinio ,s.I, Rabano Mauro, s. VIII) situadas en la fachada atlántica, frente a las costas morroquíes y mauritanas.
De estos textos se sólo deduce que se refieren a unas islas atlánticas, cercanas a las costas africanas, pero de difícil identificación, ya que pueden ser las Azores, Madeira, Canarias, Salvajes, Cabo Verde…


El Jardín de las Hespérides es uno de los temas que más se han conectado con las islas Canarias. Esto se debe a: la identificación de Atlas con el Teide, la equiparación de las Hespérides con unas islas así llamadas, localización del jardíb es uno de los valles canarios, identificación de las manzanas de oro con algún furto de estas tierras…
Sin embargo, los historiadores no se ponen de acuerdo en esta cuestión: unos son pasionados defensores de que aquí estuvieron los famosos jardines debido a que encajaban en clima y la vegetación…, mientras que otros se negaban a ubicarlo en estas islas por la ausencia de oro y plata. No obstante, Viera y Clavijo (1731-1813), el famoso historiador canario, criticaba a quienes creían que este jardín se hubiese encontrado en las islas Canarias, pero en una de sus obras, El Jardín de las Hespérides, hace una representación alegórica de este paraíso.
Respecto a que si la montaña Atlas de los textos antiguos de Pomponio Mela (s.I) y Heródoto (484-425 a.C) es el Teide se sabe que no es así, en relidad se refieren al pico Tuside (Tibesti).

LOS CAMPOS ELÍSEOS

El tema mítico de los Campos Elíseos suele abordarse junto con el de las Islas de los Bienaventurados, ya que se considera que ambas denominaciones aluden a lo mismo: al lugar de residencia de determinados héroes y almas después de la muerte. Como expresión genérica de tierra de felicidad absoluta o de placer, los Campos Elíseos pertenecen al grupo de los mitos sobre el Más Allá, según los cuales la humanidad ha vivido, vive o vivirá en una situación más dichosa de la que vive en la actualidad. En este sentido viene a equivaler al concepto bíblico-cristiano de Paraíso. Las principales variantes de este mito son: los Campos Elíseos como morada de los héroes, los Campos Elíseos como residencia de las almas piadosas y los Campos Elíseos como paisaje ideal.
En el primer texto griego en el que aparecen criados, los Campos Elíseos se ubican de forma vaga e indefinida en el extremo de la tierra, en medio de las aguas del Océano. Esta vagedad geográfica es la causa de que autores posteriores a Homero sitúen estos parajes en los lugares más insólitos ( como la luna ) e insospechados, como la isla de Rodas, la isla de Lesbos, las zonas limítrofes con el Nilo, las islas atlánticas, etc. Merece destacarse un texto de Plutarco ( Vida de Sertorio, 8 ), para quien los Campos Elíseos estarían en unas ilas del Atlántico sur, que unas veces se identifican con Madeira y otras con nuestras islas. Pensamos que este texto se refiere con todo seguridad a las islas Canarias y es la base de la relación de nuestro tema con nuestras islas tal y como encontramos en innumerables historiadores y poetas canarios, desde Torriani y Cairasco de Figueroa hasta Viera y Clavijo y autores contemporáneos. En el siglo XVII, un autor canario, C. Pérez del Cristo, exponía las razones por las que es apropiada la denominación de Campos Elíseos a las islas Canarias: por referencias en la Biblia, por su identificación con las Islas Afortunadas, por la vida tranquila y sosegada que impera en estas islas y por su identificación con el Paraíso Terrenal.


TEXTO 1:

"A tí no te está fijado por la divinidad, oh Melenao criado por Zeus, morir en Argos criadora de caballos y enfrentarte con el destino, sino que los inmortales te enviarán a la llanura elísea y a los límites de la tierra en donde está el rubio Radamantis; precisamente aquí tienen los hombres su modo de vida: no hay nieve, ni en efecto un fuerte invierno, ni lluvia nunca, sino que siempre Océano permite las ráfagas del Céfiro que sopla suavemente para refrescar a los hombres, puesto que tienes a Helena como esposa y eres yerno de Zeus."
HOMERO, Odisea VI, 41-46.

Reconstrucción de una escena elisíaca de un relieve de Locros.



TEXTO 2:


"Atenea la de ojos brillantes, después de que habló de este modo, partió hacia el Olimpo, donde dicen que está la morada siempre segura de los dioses. No se agita con los vientos, ni jamás se moja con la lluvia, ni la nieve se acerca, sino que un cielo despejado sin nubes está extendido, y un blanco resplandor se difunde. En ella los felices dioses gozan plenamente de todas las estaciones.
HOMERO, Odisea VI, 41-46


Homero



BIOGRAFÍA:

Las más antiguas noticias sobre Homero sitúan su nacimiento en Quíos, en torno al siglo VIII a.C. Aunque son varias las vidas de Homero que han llegado hasta nosotros, su contenido, incluida la famosa ceguera del poeta, es legendario y novelesco. La más antigua, atribuida sin fundamento a Herodoto, data del siglo V a.C. En ella, Homero es presentado como el hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas, que le dio a luz en Esmirna. Conocido como Melesígenes, pronto destacó por sus cualidades artísticas, iniciando una vida bohemia. Una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces pasó a llamarse Homero. La muerte, siempre según el seudo Herodoto, sorprendió a Homero en Íos, en el curso de un viaje a Atenas.
Los problemas que plantea Homero cristalizaron a partir del siglo XVII en la llamada «cuestión homérica», iniciada por François Hédelin, abate de Aubignac, quien sostenía que los dos grandes poemas a él atribuidos, la Ilíada y la Odisea, eran fruto del ensamblaje de obras de distinta procedencia, lo que explicaría las numerosas incongruencias que contienen.


Mapamundi de Claudio Tolomeo



TEXTO 3:

Habiendo por fin cedido el viento llegó a unas islas, entre sí muy próximas, desprovistas de agua, de las que hubo de partir; y pasando por el estrecho Gaditano, dobló a la derecha y tocó en la parte exterior de España, poco más arriba de la desembocadura del betis, que desagua en el mar Atlántico, dando el nombre a la parte que baña esta región. Diéronle allí noticias allí unos marineros, con quienes habló de ciertas islas del Atlántico, de las que entonces venían. Estas son dos, separadas por un breve estrecho, las cuales distan de Libia diez mil estadios, y se llaman de los Afortunados. Las lluvias en ellas son moderadas y raras, pero los vientos, apacibles y provistos de rocío, hacen que aquella tierra, muella y crasa, no sólo se preste al arado y a las plantaciones, sino que espontáneamente produzca frutos que por su abundancia y buen sabor alimentan sin trabajo y afán a aquel pueblo descansado. Un aire sano, por el que las estaciones casi se confunden, sin que haya sensibles mudanzas, es el que reina en aquellas islas, pues los vientos del norte y del este que soplan de la parte de tierra, difundiéndose por la distancia de donde vienen en un vasto espacio, van decayendo y pierden su fuerza; y los del mar, ábrego y céfiro, siendo portadores de lluvias suaves y escasas, por lo común, con su húmeda bonanza refrigeran y nutren las plantas; de manera que hasta entre aquellos bárbaros es opinión, que corre muy válida, haber estado allí los Campo Elíseos, aquella mansión de los bienaventurados que tanto celebró Homero.
PLUTARCO, Vida de Sertorio 8-9,1




Plutarco



BIOGRAFÍA:

Mestrio Plutarco (Πλούταρχος Ploútarkhos, Queronea, hoy desaparecida, actual Grecia, h. 50 ó 46 - id., h. 120) fue un historiador, biógrafo y ensayista griego.Plutarco nace en la región griega de Beocia, probablemente durante el gobierno del emperador romano Claudio. Realizó muchos viajes por el mundo mediterráneo, incluyendo uno a Egipto y dos viajes a Roma. Gracias a la capacidad económica de sus padres, Plutarco estudió filosofía, retórica y matemáticas en la Academia de Atenas sobre el año 67.
La mayor parte de su vida la pasó en Queronea, donde fue iniciado en los misterios del dios griego Apolo. Sin embargo, sus obligaciones como el mayor de los dos sacerdotes de Apolo en el Oráculo de Delfos (donde era el responsable de interpretar los augurios de la o las pitonisas del oráculo) ocupaban aparentemente una parte pequeña de su tiempo. Llevó una vida social y cívica muy activa, además de producir una gran cantidad de escritos, parte de los cuales aún existen.