viernes, 29 de octubre de 2010


Título: El amor de una Madre

•Personajes: Zarco (Dios del amor), Beautiful (Diosa de la belleza) ,Mentino (Dios de la verdad),Penolo (Dios del saber) y Traque (madre mortal de Beautiful.
•Época: A principios del siglo V a.C.
•Lugar: Argos


Cuenta la historia que hace muchos años vivía en Grecia una niña llamada Beautiful. Era una diosa, pero ella no lo sabía, sólo lo supo su madre, ya que se habia acostado con Zarco, dios del amor.
La niña creció en el bosque de Argos, y solía ir a pasear con sus amigas por allí.
Una mañana, comenzó a llover muchísimo, y la niña tenia muchas ganas de ir a pasear con sus amiga a pesar del diluvio, pero su madre le prohibió salir de su casa, debido a la fuerte tormenta.
Beautiful, sin pensarlo varias veces, se escapó de la casa para dar un paseo por el bosque, no le importo ir sola, pero necesitaba sentir los arboles y la tranquilidad de la naturaleza.
La lluvia cada vez era más intensa,pero a la joven no le importo.Al llegar al Bosque de Argos, sintió miedo, y quizás,estaba arrepintíendose de haber ido sola.
Cuando iba a emprender su regreso a casa, las nubes abrieron paso al sol,y la lluvia desapareció, todo relucía muy bonito, y ella, sorprendida, se quedó observando ese grandioso milagro.
De repente, oyó una voz muy grave que retumbó en sus oídos.
-Hija, soy Zarco, tu padre.
Beautiful no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, sentía temor, pero a la vez le agradaba esa voz.
-¿Mi padre? , no entiendo, mi padre murió cuando yo nací,yo no soy su hija,se ha debido de equivocar de persona, señor.
Zarco bajó del cielo,y se situó ante su hija,la cojió de las manos, y le contó todo lo ocurrido, él era su padre, el dios del amor, por lo tanto, ella era una diosa, la diosa de la belleza,ya que era realmente hermosa.
El dios del amor, le explicó que su madre no quería que supiera la verdad,ya que se sentiría asustada y podría pasarlo mal sintíendose diferente.
Beautiful estaba muy confundida,estaba contenta por haber descubierto que su padre estaba vivo,pero a la vez triste por que su madre le ocultó la verdad.
Su padre, Zarco, se despidió de ella, dicíendole que tuviera suerte,y que pronto se volverian a ver.
Al marcharse Zarco,la tormenta continúo tal vez peor.
Beautiful estaba tan confundida,que decidó no volver a casa, y empezó a odiar a su madre cada vez más.Emprendió su camino,pasando por varios pueblos,hasta que se acomodó en el puedo de Jusko, donde conoció a un muchacho llamado Penolo,que le confesó que era un dios enviado por su padre para cuidarla y protegerla.Estos se enamoraron,y tuvieron un hijo varón.
Pasaban los dias,y Beautiful cada vez echaba más de menos a su madre,la necesitaba,necesitaba un abrazo tan dulce como el de una madre,un apoyo..
Por el pueblo,se habia comentado que una tal Traque,del pueblo de Argos,se habia vuelto loca por su hija.Beautiful no sabia que hacer,tampoco sabía que si era cierto o no,ya que la maldad de la gente era muy grande en ese lugar.
Penelo le dijo que fueran a hablar con el dios de la verdad, que así saldría de dudas.
Y así fue,se dirigieron hacia el palacio del Oráculo,y allí hablaron con Mentino,dios de la verdad.
Mentino ya sabia que ellos irian a preguntar sobre la madre de Beautiful,asi que se preparó para la sesión.
Beautiful estaba muy nerviosa,queria irse,pero a la vez,queria saber de su madre.
Mentino la hizo pasar a sus despacho,la sentó y le tapo los ojos.La muchacha estaba muy asustada,pero Mentino hizo todo lo posible para tranquilizarla.
Vas a ver cómo lo ha pasado tu madre desde que te fuiste,le puso una venda en los ojos y comenzó a decir unas palabras.
Beautiful empezó a marearse,y se encontraba en un sueño,en el cual,veia como su madre,se hundía en el dolor después de que ser marchara,vio como poco a poco su madre fue volviéndose loca,hasta que dijo:
¡basta!, no quiero ver más, llorando salió rápidamente de la habitación.
Mentino la siguió y le dijo,si no vas en busca de tu madre ya,ella morirá,y tu sentiras toda tu vida,el sufrimiento de ver morir a una madre,y que sea por tu culpa.
Beautiful no le hizo caso,salió y fue a su casa con su hijo y su marido,pensó que Mentino estaba loco,que solo haria eso para asustarla,y dicidió ir al dia siguiente a ver su madre,ya que la culpa,la estaba comiendo por dentro.
Al dia siguiente,recordó el dia de la tormenta,ya que la lluvia era muy intensa,pero no quizo perder mas el tiempo y fue en busca de su madre.
Al llegar a Argos,todo el mundo la conoció,la miraban mal,la insultaban etc.
La muchacha fue corriendo a su antigua casa, pero nadie le abria la puerta.
Entró por la ventana de su habitación y se introdujo en la casa.Sintio recuerdos muy bonitos de su infancia,pero rápidamente buscó a su madre.
La encontró tirada en medio de la cocina,como bien dijo Mentino,muerta.Su madre había muerto por su culpa,si cuando Mentino le hubiera dicho que fuera en busca de su madre,estaría viva.
La joven estaba destrozada,no quería vivir,y a partir de ese dia,se volvió completamente loca,y los dioses decieron encerrarla, ya que su locura tocaba los limites.
Moreleja: El amor de una madre es lo más bonito del mundo,y por nada debemos separarnos de ella,ya que ella nos querrá como nadie,y lo más impotante,ella nos dió la vida.

Abigail P.A.
Curso 2010-2011

"Controlados por los Dioses"

Personajes:
Elio (de origen griego“Se fija metas y hace lo imposible por llegar a ellas”).
Vimarí (del danés, “Llorar”).
Artatlán (de origen húngaro “inocente”).
Akil (origen árabe “Inteligente, que usa la razón”).

Época: Hacia el siglo X a.C. cuando se empieza a dar el sedentarismo entre los humanos.

Explicación: La existencia de los sentimientos en los seres humanos.

Mito:

Hace muchísimo tiempo, la Tierra, ya habitada por los humanos, quienes no tenían ningún grave problema de disputas entre ellos, estaba controlada principalmente por Dioses, los cuales además dominaban los cielos.
Los Dioses decidieron influir en la vida de los humanos para controlarlos debido a que no los veían capaces de organizar su forma de vida de una forma adecuada, se daban cuenta de que eran cuerpos que luchaban por sobrevivir en un planeta demasiado rico en diversidad, pero sobre todo les empujaba a ejercer esta influencia una razón, el temor a que algún día unieran sus fuerzas a la de los animales y lograran alcanzar los cielos, provocando así un desastre en su mundo ideal e incluso llegando a encontrar la manera de arrebatarles su dominio absoluto.
Para evitar esto, se aprobó una idea que propuso un Dios llamado Elio, una tarde en la que Akil, el único Dios de su cielo con aspecto de anciano, por eso considerado más sabio, no estaba en las cercanías para obligarles a cumplir con sus obligaciones como Dioses. Estaban reunidos en el manantial Abdagra (agradable), uno de los sitios predilectos por ellos, para reflexionar, debatir e incluso dedicarse a la lectura, pero en esta ocasión estaban allí simplemente por el agradable sonido que emite el agua a caer por los diferentes recovecos entre las rocas y para sentir la suave brisa originada por los árboles mientras charlaban de cualquier cosa sin sentido hasta llegar a alguna nueva guerra de poderes entre ellos o a un acuerdo sobre qué modificar en alguno de sus cielos o en la Tierra.
Esa vez al llegar a Abdagra se limitaron a rodear los árboles más altos caminando en silencio y lentamente. Mientras pasaban por delante de una pequeña cascada, Elio se quedó mirando el agua cristalina, intentando divisar el fondo, miró y miró con tanto interés que vio más allá de las nubes y vio la superficie del planeta Tierra, para ellos denominado Mansûr (“ayudado por los dioses”). Los demás no le prestaron atención, unos se metieron en el agua a gozar de un buen baño y otros se sentaron cerca a hablar de diversos temas. Mientras, Elio decidió acostarse junto al agua para observar a los humanos en la Tierra, como eran muchos, decidió fijarse en una pareja de niños que jugaban cerca de un río -los niños habrán sido mandados por alguien a buscar agua potable- supuso Elio. Los niños corrían hacía el río con dos cubos vacíos cada uno, cuando ya estaban junto a la orilla, bajo un gran árbol, la niña, llamada Vimarí empujó con brusquedad al niño, Artatlán quien cayó al suelo con la mala suerte de caer encima de una roca que le hizo daño en el costado. La niña, tras empujarlo se limitó a llenar su primer cubo de agua y no mostró ninguna emoción cuando vio que el niño tenía un arañazo del cual salía ahora sangre. Después de ver esta escena, Elio decidió que debía hacer algo y sin pensarlo dos veces, dio un suspiró que le bastó para abrir un claro entre las nubes por el cuál hizo caer el agua que venía de la cascada en forma de lluvia a Mansûr mientras proclamaba que todo ser humano que tuviera contacto con una sola gota de esta agua, se sentiría culpable por cosas incorrectas que hubiera hecho. Tras esto, Elio siguió mirando a Vimarí y comprendió que no se mojaría ya que las hojas del árbol impedían el paso de la lluvia. Vimarí empezó a llenar el segundo cubo y cuando lo sacó del agua, vio que Artatlán también estaba llenando su segundo cubo y que había empezando a llover, así que decidió sentarse en el suelo, con la esperanza de que parara la lluvia. Al ver tanta agua a su alrededor, sintió sed, y miró hacía el agua de dentro de los cubos de Artatlán y sintió un impulso de querer beber parte del agua para que así no tener que volver a llenar su cubo y se dispuso a hacerlo, se acercó sigilosamente, inclinó uno de los cubos y empezó a beber, mientras tanto, Elio mostraba una gran sonrisa desde el cielo. Al tercer buche, Vimarí dejó el cubo en la posición en la que estaba antes de beber y miró a Artatlán y vio que tenía sus manitas sobre el costado como señal de dolor y acto seguido, empezó a notarse las mejillas húmedas, de sus ojos salía ahora el agua que acababa de beber, estaba llorando por primera vez. Se acercó a Artatlán, le dio un beso en la frente y le pidió que la perdonara. Artatlán sonrió y le dijo que no importaba, que apenas le dolía y le hizo una señal para que sentara a su lado y ahí estuvieron hasta un rato después, cuando paró la lluvia y volvieron casa.
Después de esto, Elio, se puso de pie y dijo a los demás Dioses que había encontrado la manera de que los humanos tuvieran más difícil acceder a los cielos, algo con lo que tendrían que vivir toda su vida y que él ya había empezado el proceso para conseguir esto y que a su logro, quería bautizarlo como “remordimiento”. Les explicó que lo que harían sería una especie de obstáculos que no podrían controlar los humanos porque sería cosa de ellos, de los Dioses, y para que lo entendieran mejor les narró lo sucedido con Vimarí y Artatlán.
Cuando Akil regresó, Elio le narró con detalle todo lo sucedido, y Akil, que había estado en muchos cielos le dijo a Elio que en uno de los idiomas que había aprendido, “obstáculos” se traducía con la palabra “sentimientos” y Elio decidió nombrarlos así también.

Abdagra:



Johanna D.P.


Curso 2010-2011

Záphiro y Alhina.

Personajes:
• Zarco: Dios supremo y señor del firmamento.
• Alhina: Hermana de Zarco.

• Záphiro: Dios de mares y océanos.

• Ezael: Dios del sol.


Época:
sobre el 1.200 a.C


Hecho que se explica:
creación de las estrellas y la luna y la influencia de esta última sobre el mar.


Zarco, dios supremo y soberano del cielo, vivía en su palacio, situado entre la tierra y el sol, en compañía de su esposa, Sehrena. Era alto y fuerte, sus cabellos eran rubios y sus ojos, celestes, brillaban como el astro rey. Los días transcurrían felices y en paz, el amor que ambos se tenían inundaba hasta el último rincón del universo y, gracias a la felicidad que Sehrena le provocaba a Zarco, los cielos permanecían despejados y el sol brillaba sobre la tierra. Pero esta felicidad llegó a su fin. Zarco ansiaba tener un hijo, sin embargo, su amada jamás pudo darle uno. El dios entristeció y el cielo se tiñó de gris, las nubes no dejaban que penetrara la luz del sol, llovía sin cesar sobre la Tierra […]
Alhina, era la menor de cuatro hermanos, y uno de ellos era Zarco. A pesar de lo joven que era, poseía una gran inteligencia y tenía un don increíble para la música. Sus cabellos, blancos como la nieve, brillaban como la plata y le llegaban a la cintura. También su piel era pálida, tersa y suave. Sus ojos, por el contrario, eran oscuros, profundos, mas no dejaban de ser dulces y llenos de ternura. Era preciosa y tan delicada como hilos de cristal. Alhina jamás había tenido un hogar. Vivía feliz en los campos disfrutando del sol, dejándose acariciar por sus rayos, tendida sobre la hierba, siendo arrullada por la brisa.

No es de sorprender que la diosa se extrañase tanto cuando se percató de que los días se volvieron tristes, de que el sol no tocaba su piel. Odiaba que las nubes le robaran el calor del sol del que tanto disfrutaba, y, cuando ya no pudo soportarlo más, decidió ponerse en marcha para ir a ver a su hermano a sus aposentos. Llegó. Su hermano la reconoció al instante, porque a pesar de que no la veía desde que era una infante, siempre la observaba desde sus posesiones y velaba por ella. Sonrió y la abrazó. Pero aún así Alhina pudo ver la tristeza en los ojos de Zarco, esos ojos un día azules ahora se habían tornado grises. La diosa cogió las manos de Zarco entre las suyas y le pidió que devolviera la luz a la Tierra. Suplicó y rogó a su hermano pero se dio cuenta de que estaba siendo egoísta al pensar sólo en su bienestar y no ponerse en el lugar del dios. Decidió entonces quedarse a vivir con él. Si Zarco había sonreído al verla, significaba que algo de felicidad podía ofrecerle a su hermano con su presencia, y así, a lo mejor un día, la tristeza se iría para siempre del corazón del dios.
Pasaron los años y Zarco recuperó la felicidad de antes. El sol volvía a brillar sobre la superficie de la Tierra, las plantas florecían, los pájaros cantaban, todas y cada una de las criaturas agradecía el hecho a su manera. Zarco cuidaba de Alhina como si fuese su hija y ésta no quiso ya volver a sus campos, al fin tenía un hogar y se sentía protegida al lado de su hermano. […]

…Por otra parte, Záphiro, dios de los océanos, también se había molestado con el hecho de que el sol no brillase en sus aguas. Cuando se despertó una mañana y vio que sus mares estaban de nuevo bañados por la luz ámbar del sol, decidió ir a ver a Zarco para darle las gracias. Záphiro era casi tan alto como Zarco, pero su pelo era oscuro, y sus ojos tenían el color de una joya, parecían dos enormes zafiros en mitad de su cara. Era educado y tranquilo, pese a que poseía una gran fuerza, y gozaba de infinita sabiduría. En la entrada del palacio, llamó a la puerta, y cuando ésta se abrió, Záphiro jamás pudo haber imaginado lo que estaba a punto de suceder. La mirada del rey de los océanos se encontró con la de la joven y bella Alhina. La diosa pudo sentir amor por cada centímetro de su ser, jamás había visto a nadie tan hermoso como el dios que tenía delante. Záphiro, sin poder desviar la mirada, no evitó el impulso de acariciarle el rostro, con delicadeza. Parecían llevar toda la vida esperándose, con ese amor que les unía, reservándolo dentro de sí, y que, al verse por primera vez, ese amor se desató en cascada inundando sus seres.
Fueron muriendo así los días y Alhina nunca había sido tan feliz. Se amaban infinitamente. Aun así, no todos estaban contentos con dicho amor. Ezael, era un dios caprichoso. Poseía una gran astucia y estaba dotado de una gran inteligencia, pese a ello, era impulsivo e iracundo. Infinitas mujeres pasaban por su lecho cada noche. Disfrutaba con el arte de la seducción, aunque éste se había vuelto fácil y aburrido, puesto que las féminas a las que cortejaba se rendían fácilmente ante sus rasgos varoniles.
Ezael, dios del sol, se había encaprichado de Alhina. Solía acariciar su cuerpo cuando ella pasaba las tardes tendida en el campo, sin embargo, hacía años que Alhina no aparecía y el dios la había dado por perdida. No obstante, le llegaron noticias al dios de que habían visto al objeto de su deseo a las orillas del mar, con Záphiro. Cegado por la cólera el dios bajó a la Tierra y, tomando a Záphiro por sorpresa, le lanzo una maldición. Dicha maldición dictaba que Záphiro debía permanecer en el fondo de los mares por siempre, permanecería solo y nadie jamás podría encontrarlo.
Alhina, rota por el dolor, no podía dejar de llorar. Su mundo se rompió en cuestión de segundos, sintió la desesperación de ver desvanecidos todos sus sueños e ilusiones. Sumida en el miedo que le infundía el dolor de no volver a ver a Záphiro, se lanzó a los mares sin pensárselo. Buscó durante meses a su amado sin éxito alguno. Pasó el tiempo y el cuerpo de Alhina había quedado sumido en un estado de profundo sueño, flotando en la superficie de los océanos, siendo arrastrada por las corrientes, aislada de contacto con el mundo. Igualmente, su hermano podía oír su llanto aún. Zarco, conmovido, y destrozado también, al ver la desgracia que había caído sobre Alhina, descendió de su trono y, tomando el cuerpo de su hermana entre sus brazos, la sacó del agua. Atrapó todas sus lágrimas con sus manos y las lanzó al cielo, donde permanecen a día de hoy en forma de estrellas. Con cuidado, le extrajo el corazón del pecho, el cual estaba débil y congelado, y lo colocó en el cielo nocturno. Durante el día, podemos ver el astro de Ezael, el sol, y cuando éste se esconde, vemos aparecer el corazón de Alhina, la luna. Záphiro, desde su prisión no deja de intentar reunirse con su amor de nuevo, y así nace el efecto que conocemos como la marea, el cual no es más que Záphiro, que sigue vagando en las profundidades de los mares intentando alcanzar el corazón de su amada.


Clarisa P. S.S.

Curso 2010 / 2011.
El reino de Yakpa

Época: Siglo V a.C.

Personajes: Sebastián (Dios del mar), Ariel (Reina de Yakpa), Gabriel (sirviente de la reina).

Explicación: La desaparición de la civilización de Yakpa.

Lugar: Yakpa

Mito: Hace ya muchos años que se cuenta la historia de reino de Yakpa, una de las mejores civilizaciones de la que se conoce muy poco. Pero hay documentos que se han encontrado últimamente en la que nos desvela que era una civilización muy avanzada a su época y que disponía de un material que era tan útil y que fue un factor muy importante para el desarrollo de esta civilización, era como un cristal azul celeste que nunca se ha encontrado.
Cuenta la historia que el reino de Yakpa tenía una reina que era muy inteligente pero tenía una belleza tan grande comparada con las diosas, era capaz de enamorar a cualquier hombre hasta provoco guerras entre otras ciudades porque sus reyes se peleaban por estar una noche con ella. Era tan bella que no pasó desapercibida por los ojos de Sebastián.
Sebastián se encariñó tanto que la rapto una noche de verano y la llevo para su reino en el fondo del océano pacífico y al desaparecer la reina el cristal que proporciona la energía a su reino pierdio su brillo y su color azul. El reino al perder a la reina y a su vez al cristal empezaron a caer en una crisis en la que los aldeanos no sabian que hacer aquellos tiempos de paz y tranquilidad cambiaron a guerra entre ellos mismo, las calles ya no eran seguran y cada vez morian más y más gente.
Pero un joven muy valiente, apuesto y fuerte llamado Gabriel también se habia enamorado de la reina Ariel, tanto que paso grandes varios años de sirviente de la reina por el hecho de poder estar cerca de ella, escuchar su voz y admirar su belleza. Por eso cuando Sebastian la rapto hasta su reino, Gabriel monto en colera y se armo con las mejores armas que disponía y de la mejor armadura y se dirigió hasta donde se encontraba su amada.
Una vez que llego al reino tubo que esquivar una serie de peligros y al llegar hasta la reina le explico la situación de su reino de cómo todo estaba tan mal, Ariel al eschucharlo no aguanto más y se va con Grabiel. Y al llegar a Yakpa y ver todo lo que estaba sucediendo la reina se puso en acción y volvio a reunir a sus consejeros, a sus soldados y a sus sacerdotes y juntos volvieron a llevar a Yakpa a la tranquilidad y a la paz.
Gabriel al calmarse la situación le explica a Ariel lo que siente y lo que ha hecho por ella. Ariel emocionada de tal prueba de amor mostrada de Gabriel se enamora de él y se casan pero Sebastian al enterarse de que Ariel no lo queria y que si iba a casar con otro se enfado tanto y se puso tan celoso que sube y rapta a Gabriel y lo tortura hasta la muerte pero no queda ahí y sube a la superficie y manda contra Yakpa una ola gigantesca que arrasó con toda la vida que habia y al ver que no volveria a ver a Ariel destruye Yakpa para no tener recuerdos de ella nunca más
.


Agustín L. V. A.
curso: 2010/2011

La Paz


Personajes: Doleo (Dios de la muerte), Cipero (Dios de la paz).
Época: s.XVIII a.c
Lugar:Pio Pía
Explicación:La guerra de Pío Pia y Paulinia.
Mito:
En el Siglo XVIII a.c, el pueblo de Pio Pía tenía habitantes muy tranquilos que se dedicaban a cuidar sus cosechas,al ganado, sus puestos de trabajos,etc.Pero el pueblo que se situaba al lado, Paulinia,queria extender su territorio y le declaró la guerra a Pio Pía.
Pio Pía no tenía guerreros y los hombres que habitaban en él no saben defenderse de gran batalla.Pero un pueblo llamado Anados,muy amigo de este pueblo,enterados de la batalla quizo ayudar.Los habitantes de Anados le aconsejaron que para vencer a Paulinia no podran solo luchar con armas, porque son muchos guerreros que tiene Paulinia,y la ayuda de Anados fue pedir consejo de los dioses de cual seria mejor para ganar la batalla.
El Primer dios fue Goleo el dios de la guerra pero él no era mucho de fiar porque puede traicionar a los que le proclaman ayudando asi a los guerreros del otro pueblo.El segundo dios fue Cipero en el que si le proclaman dará la paz a esa batalla y no habría ningun muerto.El tercer dios y al que Anados convenció fue el dios Doleo en el que si le pides ayuda obtendran dolor,sufrimiento,etc. a todos aquellos guerreros de Paulinia.El dios Cipero al no elegirlo les aconsejó que si hay una guerra,habrá más que dolor.Anados y Pio Pía no le hicieron caso y fueron a prepararse para asi tener la victoria.
El pueblo de Paulinia les mando una carta a los habitantes de los dos pueblos pidiendo la paz porque no era necesario tener una guerra solo pa conseguir lo que querian.Pio Pía ya con la ayuda del dios Doleo no querian abandonar y querian seguir con ello.Entonces Paulinia fue obligado a luchar y en la batalla,Doleo,Ayudó y en vez de solo dar sufrimiento a los guerreros en cada espada que cuerpo rajaba los mataba directamente porque el dolor puede llegar a la muerte.
Los pueblos de Pió Pia y los de Anados asombrados con el suceso porque no querian muertes les pidio a Doleo que abandonara la guerra.Doleo ignorando siguio con ello hasta matar a todos los del pueblo de Paulinia.Pió Pia y Anados muy arrepentidos se dieron cuenta que laPaz más desventajosa es mejor que la guerra justa.

Jennifer P.M
2010-2011

El amor de Terra y Mothos



Personajes:
Terra (Diosa de la tierra) Mothos (el dios del movimiento) Terron (el padre de Terra) Terrami (la madre de terra)
Cronología: S.V a.C
Explicación: Los terremotos
Lugar: El centro de La Tierra


Hace mucho, mucho tiempo, Terron y Terrami se conocieron por primera vez. Los dos eran dioses y desde que se cruzaron sus miradas se declararon amor eterno. Ellos vivían juntos en el centro de la Tierra donde nada pudiera influir en su amor. Allí, en La Tierra, no tenían que temer a nada porque ni los humanos ni el resto de dioses podían soportar el calor que hacía en su interior. Poco tiempo después, nació Terra como fruto de su pasión, una diosa destinada a controlar el poder sobre todo lo que cubría la superficie del planeta, pero Terrami, su madre, no pudo soportar el dolor provocado por el parto y murió días después de dar a luz a su pequeña.
Apenados por la pérdida, Terron decidió subir a la superficie con su hija para empezar una nueva vida, dejando atrás el recuerdo de su esposa. Pasaron los años y la pequeña Terra ya no era tan pequeña, había crecido y ya era toda una mujercita. Un día decidió contarle a su padre que había conocido a un dios, y que se había enamorado de él. Este dios se llamaba Mothos y era el dios del movimiento. Tras haberle contado lo que sentía, éste se enfureció mucho, y castigó a Terra sin poder ver a su enamorado. El motivo de este castigo era la preocupación que su padre sentía: él no quería que su hija tuviera que pasar por un desengaño emocional como el que él sufrió por la muerte de Terrami, así que decidió volver otra vez a las entrañas de la Tierra para evitar que se viera con Mothos. Los jóvenes enamorados no podían estar un solo minuto sin verse, Terra se pasaba horas llorando, con la mirada pérdida y sin nada que hacer bajo la mirada incesante de su padre. Ellos estuvieron mucho tiempo sin verse, hasta que ella pudo encontrar la forma de escapar de su padre. Todas las noches subía a la superficie a reencontrarse con él y…
Desde entonces se dice que cuando la tierra tiembla, es porque Terra y Mothos están juntos, dando rienda suelta a su amor.

Vanesa S.G
2010-2011


EL AMANECER

Época:


XVII A.c.

Personajes:


Dios Rufino (origen latino, significa Rojo), y Diosa Orange (naranja), Gran Mago Oníl.

Mito:


Se cuenta que en el año XVII A.c., el cielo era o gris o de un bello color azul, pero por desgracia predominaban los días oscuros, lo que ocasionaba una cierta tristeza en el pueblo. Un día Rufino fue a la orilla de un riachuelo y pensó en como sería un mundo lleno de colores, en el que el cielo pudiese por ejemplo, ser rojo, estaba totalmente metido en sus pensamientos, cuando de repente vio a una joven y bella muchacha al otro lado del río; era Orange que lo miraba pensativa y muy sonriente. Rufino en un momento se puso al otro lado del río, se sentó al lado de Orange, se presentó, y ambos muy contentos comenzaron a hablar y hablar.
Cada día quedaban en el río y pasaban horas y horas hablando; una tarde Orange le dijo a Rufino, que cada día de su vida pensaba en como sería la vida si el cielo no fuese gris o azul, o si el sol tuviese otro color. Rufino muy sorprendido le dijo que el había pensado mucho en eso, y que tenían que pensar en algo para que eso cambiase.
Decidieron crear algo rojo y naranja (colores propios de ellos), tras mucha charla y discusiones acordaron que lo que cambiarían sería el sol. Cuando este saliera, no fuese únicamente amarillo, sino que también tuviese los colores de ellos (rojo y naranja). A esto lo llamaron amanecer (ama- de amarillo color primitivo del sol y –necer de “ nacer”, porque aparece al principio del día).
Rápidamente acudieron a Oníl que era un mago del pueblo, de quien se decía, que concedía deseos. Orange y Rufino le pidieron que si les concedía un deseo, le darían todo el dinero que quisiese. El mago algo extrañado pidió una gran suma de dinero y estos aceptaron, no les importaba el dinero solo ansiaban que el sol fuese como ellos deseaban. El mago, por fin accedió a cumplirles el deseo, y estos pidieron que cada día, cuando el sol saliese fuese rojo y naranja, y se conociese como amanecer.



Áurea A.D.

Curso 2010-11

“El porqué de la extinción de los dinosaurios y la reaparición de la vida en la tierra”

Época: Hace muchos millones de años.
Personajes: Los Gigantes, su rey Gilgamesh, Los Titanes, Los Cíclopes y Los Dinosaurios.
Lugar: La Tierra, Eris y Ceres.

El mito explica porque desaparecieron los dinosaurios y como empezó la vida en la tierra después de la extinción de los dinosaurios.

Hace muchos millones de años siete planetas diferentes guardaban un poderoso objeto cada uno, con forma esférica, que permitía al que reuniera los siete objetos controlar el universo, criaturas de diferentes clases y tipos habitaban cada planeta y lo protegían de los posibles invasores que fueran a quitarles su bola porque todos querían hacerse con ellas para así poder dominar el universo.
Los habitantes de distintos planetas estaban en guerra constantemente para intentar conseguir la bola del otro planeta pero siempre sin lograrlo, esto cambió cuando Gilgamesh pasó a reinar en Eris, que mejoraron sus guerreros y sus tácticas de ataque sobre los enemigos. Estos junto a su rey consiguieron arrebatarles a tres planetas sus bolas sin demasiada dificultad, el siguiente planeta que atacarían era la Tierra, planeta al que tampoco le costaría mucho quitar la bola y extinguir a sus habitantes, debido a que los habitantes de tal planeta eran los dinosaurios, que eran más bien torpes, no tan fuertes como los gigantes y tampoco muy inteligentes.
Los gigantes ya tenían cuatro bolas de otros planetas, mas la del suyo, ya sólo le faltaban dos para lograr su objetivo. Estas dos bolas restantes se encontraban en el planeta Ceres. En tal planeta vivían juntos los titanes y cíclopes porque pensaron que así serían más fuertes y como querían los objetos con buenos fines se pusieron de acuerdo en luchar y convivir juntos, los titanes eran muy sabios e inteligentes, y querían conseguir las bolas para que en el universo no existieran más guerras y que dominase la paz, en definitiva que todos los planetas se llevasen bien. Pero los gigantes no opinaban igual y querían los objetos para ser los más poderosos y dominar el universo según les favoreciera.
Esta situación condujo a una guerra entre los gigantes contra los titanes y los cíclopes por la posesión de las bolas. La guerra perduró durante muchas décadas pero finalmente se impuso la astucia de los titanes y cíclopes sobre la fuerza de los gigantes y su rey Gilgamesh.
Tras la victoria reinó la paz en el universo. Más tarde los titanes y los cíclopes colocaron una serie de criaturas en los planetas deshabitados que se vieron afectados por los ataques de los gigantes. Así fue como volvió la vida a nuestro planeta después de la extinción de los dinosaurios.

Samuel R.S.
Curso académico: 2010/2011

viernes, 22 de octubre de 2010


Título: La máscara de la venganza
Epoca: LXXXVIII A.C.
Personajes: Gerk(fuerza), Ekmna(esperanza), Mammon(avaricia), Ventros(futuro), V(dios de la venganza), Krieg(diosa de la guerra).
Mito: aparicion del sentimiento vengativo y la ansia de poder.





Hace muchos siglos, en el norte de la actual Inglaterra se libraba una gran batalla entre dos grandes ejercitos, uno era el bando de los cegadores , compuesto por trolls, orcos y demonios liderado por Mammon(avaricia), demonio con forma humana avaricioso y vengativo.
Y el otro bando, los cruzados, compuesto por humanos ayudados de enanos y elfos, liderado por el humano gerk(fuerza)
Gerk tenía esposa, ekmna(esperanza) y un hijo, ventros(futuro) el cual odiaba luchar y preferia la paz y el saber.
Cuando ventros cumplio 18 años ya habian pasado 7 años de tregua, pactados entre Mammon y gerk, y el bando de los cegadores volveria en cualquier momento para continuar con su misión, la cual era erradicar a los humanos y a cualquiera que se les aliara de la faz de aquella tierra.
Una noche mientras los vigias esperaban la llegada de los demonios, Mammon decidió erradicar con sus propias manos a gerk, pensando que de esa manera el ejercito humano se debilitaría y asustaría.
A la mañana siguiente ekmna, ventros y los demás lloraban a Gerk. Lo enterraron en el campo de batalla como él queria. Días después del entierro de Gerk ventros se encontraba en su tienda pensativo cuando descubrió una pequeña máscara y una espada, se los puso y decidió dejar de ser ventros para responder al pseudonimo de V. y vengar a su padre, salió de la tienda con la armadura de su padre, la máscara y la espada que encontró y convenció a su ejercito de que podian derrotar a Mammon y su ejercito.
Algo raro le pasaba a V pues todas y cada una de las noches desde que se puso esa máscara, la diosa krieg (diosa de la guerra) se metia en sus sueños y le decia que si acababa con Mammon ascenderia como dios de la venganza al Himmelen (lugar donde vivian los dioses).
La batalla final se estaba desarrollando y mientras los enanos engañaban a los trolls y los arqueros humanos y elfos derribaban a los demonios voladores, los soldados se enzarzaban en una feroz batalla por la tierra pero habia una batalla que resaltaba entre las demas, la que protagonizaban Mammon y V, era la batalla por el honor tras varias horas de lucha un desliz por parte de Mammon termino con la victoria de V y por tanto, de los cruzados.
Justo en el momento que Mammon cayó, Krieg bajo a declarar vencedores a los valientes cruzados, los cuales eran bastante menos que el enemigo, y le dio a V una nueva arma y un sitio en el Himmelen como dios de la venganza y así fue como desde entoces todos los hombres se esconden detrás de una máscara y guardan un poco del sentido vengativo del dios v.

El mito de la Nieve


•Personajes:
- Neleida: Hija del dios de la lluvia
- Guideon: Rey Mortal
- Lluvhiu: Dios de la lluvia
- Friátides: Diosa del frío
- Niubis: Diosa de las nubes
•Época: 755 a.C
•Hecho que se explica:
Porque nieva en lugares con gran altitud

Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano vivía un rey llamado Guideon, que tenía todo lo que quería pero no era feliz. Un día decidió marcharse de su castillo y para que nadie lo habitase, lo destruyó.
Se fue a vivir a la montaña con todos sus sirvientes y mandó a construir una pequeña aldea donde pudiesen vivir todos juntos. Al tener tanto, tomó la decisión de compartirlo con sus sirvientes y cualquier persona que pasara por allí.
Solía pasear por la cumbre de la montaña, hasta que una tarde mientras caminaba, escuchó la voz de una muchacha que cantaba una canción muy alegre. Él se acercó a ella entre los helechos, pero de repente empezó a llover y ella se fue corriendo, él salió detrás de ella aunque no pudo alcanzarla.
Pasaron muchos días y no la había vuelvo a ver. Un tarde, salió de su casa y la vio con una mujer muy guapa. Se acerco a ella y le preguntó cómo se llamaba, ella le dijo que su nombre era Neleida, la mujer que la acompañaba se llamaba Niubis (diosa de las nubes) y era la mejor amiga del padre de Neleida llamado Lluvhiu (dios de la lluvia). El joven le preguntó donde vivían y Niubis no dejó que Neleida contestara y la alejo de él, la pobre Neleida quiso decírselo pero Niubis le prometió a Lluvhiu que no dejaría que ningún mortal supiera nada de ella.
Ese mismo día por la noche, Guideon miraba al cielo desde su ventana pensando en ella, preguntándose por qué no pudo decirle donde vivía, por qué tanto misterio…
Se fue a dormir pero de repente escuchó la voz de Neleida, se levantó de inmediato de su cama y salió a la calle yendo hasta donde provenía la voz, Neleida se encontraba en el mismo sitio donde Guideon la había visto por primera vez, él no se lo pensó y fue directamente hacia ella pero Neleida no estaba sola, tenia compañía de su mejor amiga Friátides (diosa del frío) aunque esta vez sí pudieron hablar durante mucho tiempo…
Pasaron muchos días y muchas noches, Neleida y Guideon se seguían viendo pero llegó a oídos del padre de Neleida de que ella se encontraba con un mortal cada vez que salía la luna.
Esa misma noche Neleida como costumbre, se veía con Guideon pero Lluvhiu como ya sabía de este encuentro quiso verlo con sus propios ojos, su amiga Niubis lo acompañó. Friátides tuvo la presencia de que algo malo pasaría y notó que las nubes tapaban la luna e iba a empezar a llover, Friátides antes de que esto pasara, hecho su frío a la atmósfera sabiendo que Lluvhiu haría que lloviese y así no pudiera ver a su hija con Guideon. Las gotas de lluvia se congelaron y comenzó a caer puntos blancos sobre ellos.
Esta es la causa de que nieve en lugares con mayor altitud.

Curso académico 2010/2011
Dámaris H. G.

"Los ojos, las ventanas del alma."



Época: Siglo XII a.C.

Lugar: Urisalia, poblado elfo del siglo XII.

Personajes:
*Candance - Elfa poseedora de la única alma.
*Ánima - El alma de Candance.
*Dios Dvasia - Dios de las almas.

Hecho o sentimiento que se explica: ¿Por qué los ojos son las ventanas del alma?


MITO:
Hace mucho, mucho tiempo, en un oculto y sombrío bosque a las afueras de Urisalia, convivía una pequeña población de desalmados elfos, crueles y carentes de sentimientos. Sin embargo, de entre todos ellos, una joven destacaba por su apariencia; de su mirada brotaba un centelleante fulgor, casi inexplicable en presencia de aquellos otros seres.

Candance, era una adolescente elfa, de ojos almendrados y rasgos delicados, visiblemente fuerte, aunque frágil y temerosa por dentro. Desde temprana edad, escondía un secreto en su interior, algo que, de ser revelado cambiaría el sentido de su universo.

A diferencia de los demás, Candance era poseedora de un alma propia, que la hacía vulnerable a sentir y con la que, recientemente, podía comunicarse. Ánima, el espíritu de la elfa, era el único en su esencia que se encontraba atrapado en el cuerpo de un humanoide, aunque, no por ello, se sentía encarcelado sino que, al contrario, deseaba aflorar los sentimientos y virtudes de aquel ser vagamente inexpresivo por naturaleza. A pesar de esto, Ánima ansiaba observar el mundo que se escondía a su alrededor, y en contradicción al pensamiento de la entidad que ocupaba, anhelaba hacer pública su existencia.

Hacía ya un tiempo, desde que la huésped había rogado a Candance que le permitiera ver el exterior. Como alma no lo necesitaba, pero sentía la curiosidad de admirar ese otro lugar que, por voluntad propia, había elegido para vivir. Era de esperar que la joven elfa aun no le hubiera correspondido, aunque las esperanzas de Ánima no se desvanecían, es más, su sentido común le confería la seguridad de que “el cuerpo”, acabaría por aceptar. Y como era lógico, la respuesta de Candance fue un sí. No podía dejar invidente a aquel ser tan extraordinario, aunque sabía a ciencia cierta que lo iba a presenciar no era del todo lo que esperaba.

Emocionada, Ánima buscó uno de aquellos instrumentos que permitían el contacto con el exterior. Primero, halló unas manos justas, si bien, su función no era exactamente la que suponía, así que continuó indagando el interior de ese cuerpo que, en un principio, le había resultado tan desconocido. Luego, encontró una boca tierna y comunicativa, pero, Ánima ambicionaba algo superior, algo más expresivo y fue entonces, cuando topó con aquellos dos ojos. Eran, bastante grandes y poseían un claro color miel, aunque no fue esto lo que llamó la atención del alma. Lo que realmente le fascinaba era el intenso brillo que desprendían y aún, mucho más, intuir que semejante destello era sólo debido a su presencia y al estado de ánimo que mostraba. Sin duda, serían estos los elegidos para asomarse al entorno que la rodeaba. Mas, cuando miró a través de ellos, el resplandor se apagó, quedando sumidos en una negrura intensa. No podía creer que aquellos seres, que acompañaban al cuerpo en el que habitaba, fueran tan insensibles y atroces, y seguidamente, cayó en la cuenta de que ella, era la única alma existente en ese mundo.

Sin embargo, su optimismo era mayor que su decepción, y no tardó en ir a buscar al Dios Dvasia, dios del espíritu, a quien imploró que convenciera a otras almas de lo admirable que resultaba ese lugar. Dvasia, confiaba plenamente en Ánima, admiraba su valentía y tesón, y por ello, no podía negarse a cumplir el preciado deseo. Gracias a sus inestimables poderes, el bondadoso Dios logró cambiar el pensamiento de las almas, quienes, apresuradamente, abandonaron su libre y místico mundo.

Poco demoraron en llegar; atraídas por las maravillosas cualidades de las que les habían hablado. Cada una se alojó en “el cuerpo” con el que más parecían relacionarse; las inocentes en los niños elfos, las sabias en los ancianos… todas acabaron adentrándose en una entidad, una entidad que, a partir de entonces, cobraría vida y sensibilidad. Al igual que Ánima, las demás almas quedaron conmovidas por la expresión que poseían los ojos. Aquellas miradas perversas y turbias cambiaron de un momento a otro con el asentamiento de los espíritus, mostrando intensos colores y una brillantez similar a los de Candance. Aunque, claro, esto no era lo más importante; los ojos tenían la capacidad de hacer brotar los sentimientos internos, sin dejar cabida a la mentira, y era esta sinceridad, la que despertaba el interés de las almas.

Evidentemente, esta esencia intangible, debía comunicarse a través de lo algo material, y qué mejor que una mirada para hacerlo realidad. Por esta razón, y desde aquel instante, los ojos se convirtieron en las ventanas del alma, y su semblante, en el reflejo del propio sentir.



Rosa J. T.P.
C.Acad.: 2010/2011.

¿Por qué los árboles tienen raíces?


Época: siglo XV a.C.

Lugar: Yepatunón, antigua ciudad del siglo XV.

Personajes:
• Reíces. Era el árbol joven e independiente de la familia.
• Leda. Hermana mayor de Reíces.
• Diosa Catamanila. Diosa de la Vegetación y poseedora de grandes poderes.
• Señor Silva. El más anciano y sabio de los árboles.

Hecho: El castigo con la fijación al suelo por medio de las raíces de los árboles.

MITO:

En un pasado muy lejano, alrededor del siglo XV a. C., había un lugar lleno de alegría, en el que siempre se disfrutaba de la felicidad y sabiduría de los viejos árboles. Porque en esa época los árboles disfrutaban caminando por toda la ciudad y ayudando a las personas con preguntas que ellas mismas no se podían contestar, porque los humanos y los árboles convivían juntos en plena armonía y complicidad.

Así, este lugar era llamado Yepatunón, y en él vivía una familia que destacaba frente a las demás. Esto era así porque se componía por dos hermanos que vivían con su abuelo, pero no era un abuelo-árbol como cualquier otro del lugar, era el más anciano de todos los habitantes. Así, era un árbol milenario, y con ello el más sabio de todos, al que pedían consejo y cuidaban con amor y cariño. Por otro lado estaba Leda, la hermana mayor, que cumplía su función de protección frente a su hermano, que a pesar de que no seguía siendo un niño ella no lo aceptaba. Y por último, se encontraba Reíces que era muy independiente y creía que su abuelo y Leda lo único que querían era controlarlo.

De esta manera la tranquilidad reinaba en Yepatunón, hasta que un día la Diosa Catamanila, Gran Diosa de la Vegetación y poseedora de grandes poderes sobre ésta, mandó a uno de sus criados a llamar a Reíces para que le respondiese a una duda que rondaba en su mente.

Cuando Reíces llegó al Templo Sagrado se quedó maravillado al ver la riqueza que relucía por todo el gran palacio. Posteriormente, se propuso entrar, y lo hizo. Entró por la puerta principal, la más grande que jamás hubiera visto. Cuando estaba en el interior lo recibió la Diosa, que con un gesto de superioridad se dirigió a él y lo saludó, y lo mismo hizo el aludido. Después de esto, la Diosa le formuló la pregunta que tanta intriga le causaba. Y le preguntó: “¿Qué es lo que hay en la cima de la Montaña del Poder que se ve tan blanco y tan reluciente?” A lo que él le respondió que eran diamantes que brillaban por la luz del Gran Sol, ya que como el nombre de la montaña indicaba tenía que poseer un inmenso poder. Y la Diosa, no muy conforme, se quedó con un gesto de insatisfacción en la cara. Reíces le preguntó que por qué esa cara, y Catamanila le contestó que dudaba de su “gran saber”, ya que la respuesta era algo pobre y que se la podía haber respondido cualquier ignorante humano. Reíces le puso mala cara y dio la vuelta para irse. Antes de salir por la puerta la Diosa le rogó que esperase, y le propuso un reto para poner a prueba su sabiduría, un reto un tanto complicado.

Se trataba de que Reíces llevara a la Diosa a la montaña y que le mostrara la inmensa cantidad de diamantes que relucían allí. Asimismo, cuando la Diosa le propuso el reto, se reflejaba en sus facciones la avaricia de Catamanila. Reíces aceptó el reto sin miedo.

Así pues, se dirigió a su casa para poner al tanto de todo lo que estaba pasando a su abuelo. Pero la reacción del Señor Silva no fue tan buena como él esperaba, sino que le advirtió que la respuesta era la equivocada, que no jugara con la Diosa porque lo castigaría de por vida, y que no eran diamantes lo que había en lo alto de la montaña, sino agua congelada. Asimismo, su hermana Leda apoyaba la idea de su abuelo y le rogaba que le prestara atención y que siguiera su consejo.

Como era obvio Reíces no le creyó y se rió de la conclusión de su abuelo, porque le parecía absurda la idea de que fuera agua. Aún así, salió rumbo a Templo para buscar a Catamanila.

Una vez juntos partieron hacia a su destino. Atravesaron un espeso bosque lleno de animales extraños que observaban su caminar. Y después de un largo rato andando se dieron cuenta de que estaban en plena madrugada, pero continuaron hasta que llegaron a la ladera de la montaña, dónde decidieron hacer una pausa para dormir y descansar un momento.

Pasó un largo rato cuando la Diosa se despertó sobresaltada, despertando a gritos a Reíces, que abrió los ojos de repente y se quedó asombrado al igual que Catamanila al observar lo mismo que ella. Se quedaron boquiabiertos cuando vieron el gran resplandor que desprendía la cima de la montaña con la luz del sol al amanecer. El ansia de poder y de riqueza se adueñó de ellos e hizo que salieran rápidamente caminando para seguir el rumbo de su viaje. Pero, no tardaron mucho tiempo en llegar a la cumbre, cuando sucedió lo inevitable.

Reíces se quedó con un gesto de terror en la cara cuando observó que lo que le afirmaba el Señor Silva era verdad, allí no había diamantes relucientes, sino que era una masa blanca que cuando la cogía en la mano se derretía formando gotitas de agua fría. La Diosa reflejaba el odio en el rostro y la humillación por haberse dejado llevar por ese jovenzuelo que se creía tan sabio, y por pensar que podría tener la infinita riqueza.

Como Diosa de la Vegetación, empezó a reflejar su odio haciendo que todas las plantas que quedaran al alcance de su vista se marchitaran. Así, el bosque que habían dejado atrás se convirtió en una espesa mancha marrón, y lo que era peor, la ciudad quedó también marcada por la Diosa.

Al mismo tiempo que ocurría esto, Catamanila formuló unas palabras que maldecían a todos los árboles por creerse tan poderosos en la sabiduría y haberla humillado de ese modo tan penoso. De este modo, castigó a todos los árboles que poblaban el planeta con el silencio eterno y la fijación a la superficie de la tierra para siempre, por medio de unas garras que salieran de sus entrañas y que los aferraran al terreno para toda su larguísima vida. De esta forma, el castigo de la Diosa fue crearle raíces a los árboles, otorgándole el nombre procedente de Reíces.

Y así los árboles han perdurado hasta nuestros días, tal y como eran desde la maldición y con el sufrimiento en silencio de su aburrida e inmóvil vida.

Keila J. G.
Curso 2010/2011

La creación de las razas.



Personajes: Proteas (diosa), su creación, los humanos.
Época: siglo VI a.C
Explicación: La existencia de las razas.

Hubo una Era donde sólo existía una diosa llamada Proteas. Creó su propio mundo, con la ignorancia de lo que esto significaba. Decidió que a lo que llamase ‘mundo’ sería una bola de masa, pero no perfecta, algo estirada por sus dos lados opuestos. A continuación, creó el agua. Para ella era algo importantísimo, ya que la tierra estaba seca, y al caminar sobre ella sentía en sus suaves y perfectos pies una molestia continua. Después de esto venía el Sol. Todos los días eran noches y su vista se estaba deteriorando al no tener nada de luz excepto cuando hacia su trabajo, aparte de que sentía frío porque no había nada que le diera calor, a veces se tumbaba en la tierra y ésta le prestaba algo de calor, pero no era suficiente.
Pasaron años y años, y no dejo de crear, todo era perfecto. Montañas altas y resistentes, árboles robustos y flores preciosas adornaban un verde prado… Pero un día se detuvo, y pensó que todo esto era muy bonito, pero faltaba algo y creyó que lo mejor que podría crear eran personas que pudieran disfrutarlo. Por ello, creó a los humanos. Empezó por un molde, poco a poco le añadía partes de su cuerpo que eran necesarias para sobrevivir, como por ejemplo; los ojos, manos, piernas, boca… Al crear su humano perfecto, le dio un sexo femenino, claramente para ella era la creación más perfecta, no se esforzó mucho en el físico de algunas, jugaba mucho con su imaginación. Después de todo este trabajo pasó a la cabeza y allí fue donde derramó toda su inteligencia creando cerebros iguales o más inteligentes que ella, al ejercer tanta fuerza en ello, las mujeres tuvieron su mayor poder en la cabeza, en sus pensamientos e ideas. Por lo contrario, los hombres fueron creados igualmente, pero Proteas se encargó de hacer un mayor esfuerzo en su físico y músculos de los brazos y piernas.
Al finalizar esta tarea, se encontraba muy cansada, por lo tanto, para que se multiplicaran unió a los hombres y mujeres para que juntos crearan otro humano. Esa ya no era su tarea.
Pasaron los años y las personas convivían como podían, intentaban entenderse entre sí y sobrevivir. Pero poco a poco se fueron creando grupos y se asentaban en distintas partes de la tierra. Protea al ver esta separación, creyó conveniente castigarlos y para ello utilizó al sol para que se mantuviese únicamente en una parte del planeta, así los humanos que yacían allí tenían un color de piel muy muy oscura. Por el lado opuesto de esa zona, no llegaba la luz del sol y siempre dominaba el frío y la noche, así que aquellas personas tenían un color de piel pálido y casi blanco. Y por último, la gente que vivía entre la zona del sol y la noche, tenía un color que no estaba definido, ni muy oscuro ni muy blanco…

Anaís C.A
Curso 2010-2011


Mito del eclipse


Personajes:

Eclirión: chico joven muy apuesto mortal e hijo de un rey.
Ipsemia: muchacha bella hija de una diosa.
Creceo: rey de la ciudad de Bararist, padre de Eclirión.
Saharacia: esposa de Creceo, madre de Eclirión.
Lunasia: diosa de la noche y la luna, madre de Ipsemia.
Nauz: dios controlador del tiempo.
Leireda: esposa de Nauz, diosa del amor.
Gladio: adivino de la ciudad de Bararist.

Época: año 1000 a.C.
Hecho que se explica: fenómeno natural del eclipse.
Lugar: Bararist una ciudad situada en el norte de Europa.

Hace muchos años, en tiempos remotos, existía una ciudad llamada Bararist. El rey de la ciudad era un hombre bueno y justo con los habitantes pero en él había un lado oscuro, era egoísta y siempre quería tener el poder de todo lo que giraba a su alrededor.
Tenía un hijo llamado Eclirión, era un joven bello y poco enamoradizo, por lo que su padre estaba muy tranquilo ya que si su hijo no se casaba, jamás heredaría el puesto de rey mientras él viviese.
Cuando el invierno finalizó su recorrido por Bararist comenzó la primavera, era un día soleado y las flores estaban naciendo. Creceo salió a pasear con su esposa Saharacia y de pronto un hombre muy anciano se les acercó y comenzó a recitarle unas palabras: “Un rey bueno eres, y tu trono lo quieres, egoísta naciste, ten cuidado amigo no te despistes, pues tu hijo Eclirión te quitará la ilusión, un bello día se enamorará y en pocos meses se casará”
Su mujer le dijo que no le hiciera caso pero Creceo no se quedó del todo satisfecho, no obstante decidió esperar a que pasara un tiempo.
Unos días después, Eclirión se encontró con una chica mientras paseaba por el bosque. Al verla quedó perdidamente enamorado de ella y comenzaron a hablar. Pasaron horas y horas y ninguno quiso irse, se miraban fijamente a los ojos y ambos se dijeron al unísono que se amaban. Fue un amor a primera vista, algo muy usual en aquella época. La muchacha se llamaba Ipsemia, era joven y muy bella. Ella le contó que era hija de la diosa de la luna y la noche, Lunasia. Él se quedó sorprendido ya que nunca había conocido a nadie que tuviera algún parentesco con una divinidad. Él le dijo que era hijo del rey de Bararist y continuaron charlando durante horas…
Se hizo de noche, tristemente se despidieron y quedaron al día siguiente en el mismo sitio y a la misma hora.
Rápidamente Ipsemia se lo contó a su madre y ella le dijo que se alegraba pero que tuviese cuidado ya que el padre tenía un lado oscuro y malvado.
Cada día Ipsemia y Eclirión se veían en el bosque donde se vieron por primera vez y a la misma hora. Tiempo después Eclirión confesó a los padres que estaba enamorado y que quería casarse en pocos días. Tras esta noticia el padre quedó profundamente asustado ya que si su hijo se casaba heredaría su trono. Esa misma tarde Creceo acudió al Miseo, casa de los dioses. Pidió hablar con Nauz, dios controlador del tiempo, y Leireda, diosa del amor. Les contó el problema que tenía y les rogó que hicieran algo para que su hijo no se pudiese encontrar jamás con esa muchacha. Leireda se negó ya que ella siempre apoyaba al amor pero su esposo Nauz accedió y le explicó lo que pretendía hacer: “Conozco a la madre de esa muchacha, es una diosa, igual que yo, por lo que sólo puedo hacer una cosa, lanzaré una maldición sobre ambos, Ipsemia únicamente podrá salir por la noche y tu hijo durante el día, así jamás podrán verse tal y como querías”. Creceo dio mil gracias a Nauz y le prometió que él y toda su ciudad le adoraría por la eternidad.
Al día siguiente, Eclirión salió en busca de Ipsemia, su gran amada, llegó al bello lugar pero ella no estaba allí. La buscó por todo el bosque y no la encontró, decepcionado, se fue a su palacio antes de que oscureciese. Mientras él se marchaba, ella salió hacia el bosque, no lo encontró, le ocurrió lo mismo que a él, triste se marchó.
Pasaron días, incluso años…
Un día Lunasia acudió a hablar con Leireda, le contó que su hija cada día se encontraba peor y que era muy triste ya que había perdido a su gran amor. Leireda decidió ayudarla, no podía deshacer el maleficio que había hecho Nauz pero sí podía hacer algo…
Cada año podrán abrazarse cinco veces, la primera vez deberá de ser los primeros días del año y las siguientes durante la mitad del año, así Ipsemia saldrá en forma de luna a abrazar a su amado Eclirión y lo tapará con su luz.
Nauz se enteró de todo esto y dos veces al año se convertía en planeta y cuando la Ipsemia estuviese en su mayor esplendor, luna llena, se interpondría entre ellos.
Así uniendo las primeras letras de Eclirión e Ipsemia surge la palabra eclipse.
He aquí la explicación de los eclipses.
Un eclipse de sol ocurre cinco veces al año si el primero sucede durante los primeros días de enero, la luna sale y tapa al sol.
Un eclipse lunar ocurre a penas dos veces al año y sucede cuando la Tierra se interpone entre el sol y la luna, es decir, cuando la luna se sitúa en la parte de sombra de la Tierra y sólo ocurre en luna llena.


Gissell G. C.
Curso 2010-2011