El origen de las habilidades que poseen ciertas personas

Época: 2600 a.C.

Personajes:  

1.  Nombre:                        Descripción:
2.  Percy                             Chico de 10 años.
3.  Suez                               Dios del rayo.
4.  Séra                                Dios de la guerra.

               

 En el año 2600 a.C  un chico de diez años llamado Percy, escuchaba cada noche historias que su madre le contaba sobre y los dioses, sobre sus heroicas hazañas y su papel fundamental en el mundo. Una noche Percy se puso a pensar en que quizás los dioses no fueran tan buenos como decían. Esa noche la madre decidió contarle una historia del gran dios Suez, dios del rayo,mientras le contaba la historia, Percy estaba distraído y la madre paró de contarle la historia.

                     -¿Te pasa algo hijo?-pregunta

                    -Madre, pienso que los dioses no son tan buenos como creemos y son los causantes de muchos de nuestros problemas…

La madre le miró con cara de asombro.

                     -No Percy, ellos se preocupan por nosotros y todo lo que hacen es por nuestro bien.

                     -Dudo que eso sea cierto madre.

La madre se levantó algo preocupada, tapó a su hijo y le besó la frente.

                     -No dudes de ellos, puede ser perjudicial.

                    -Ve madre, usted también piensa que tienen un lado malo…

                   -Duérmete Percy.

                   -Pero no me ha terminado de contar la historia…

La madre sale de la habitación y cierra la puerta y Percy no puede evitar seguir pensando en la “bondad” y “vanidad” de los dioses. Esa mañana se levantó temprano para ir al bosque a pasear. Después de un rato caminando decide sentarse en una roca junto al río para descansar y oír ese sonido del río que tanto le relaja. Después de unos minutos escucha que le dicen.

                    -Chico, no seas tan inconsciente, no juzgues a los dioses…si los sigues haciendo no te traerá                        nada bueno.

Percy se gira para ver quién le habla pero no ve a nadie.

                   -¿Quién anda ahí?-pregunta el pequeño Percy.

De repente, sale de entre los árboles un extraño ser de más de dos metros de altura.Percy se asusta y al intentar huir cae al río.Al sacar la cabeza del agua ve que no hay nadie, así que se agarra a la roca donde antes se encontraba sentado para salir. Al intentar subir nota como algo le tira fuertemente del brazo,así que cae al suelo bruscamente. Al levantar la cabeza ve de nuevo ese extraño ser.                     

                   -¿Qué eres?-dice mientras se arrastra hacia atrás.

                  -Eso no importa, escucha.                                                                                                     

Percy se levanta e intenta huir.

                  -¡Oh vamos Percy! Siéntate-dice tirándole de la camisa y tirándolo al suelo.

                  -¿Cómo sabes mi nombre?

Se ve el miedo en los ojos del pequeño Percy.

                  -Escúchame chico, estás en peligro y me han enviado para enseñarte a luchar.

                  -¿En peligro?¿De qué? ¿Y que es eso de luchar?

                  -Percy has cabreado a los dioses y debo enseñarte a defenderte de ellos.

Percy se levanta asustado y se sienta de nuevo sobre la piedra.

                  -No he hecho nada para enfadar a los dioses, debe ser invención tuya…

                  -Has dudado de ellos, eso ya es una ofensa para ellos y no pueden permitirlo.

De repente ambos se quedan en silencio.

                  -¿Y quién te envía  a  ayudarme?

                 -Eso da igual, no hay tiempo que perder…por cierto,soy Séra.

Percy se echa a reír y se cruza de  brazos.

               -Por supuesto, y ¿por qué tras ofender a los dioses, Séra, dios de la guerra, baja a ayudarme?

               -Mira chico, si fuese por mí ya estarías muerto, pero vengo obligado así dime si estás dispuesto a que te ayude o no.

               -Pero a ver, si eres el dios Séra, ¿por qué ibas a venir convertido en…en…¿qué eres?.

              -Un minotauro.

              -Oh,de acuerdo.Y ¿cómo un minotauro, es decir, mitad hombre y mitad toro pretende ayudarme?.

              -¡PERCY!-grita Séra.

Se hace el silencio entre ambos y los pájaros huyen volando.

             -Preguntas mucho y haces poco, tenemos sesenta días así que comencemos.

Después de diez días Séra ya había enseñado a Percy todo lo que debía enseñarle.

             -Me habían advertido de esto, pero no creía que fuese cierto…

            -¿Te habían advertido de qué?

            -Eres un chico prodigio para la lucha, como tú hay pocas personas que sobresalgan entre los demás en algo.

           -Y eso quiere decir ¿qué?

           -Eres hijo de un dios, solo los semidioses son capaces de sobresalir sobre los demás en una práctica como puede ser la lucha.

Nombre:Beatriz M.

Grupo:2ºBACH “B”

Curso académico:2012-2013