martes, 5 de mayo de 2009

Critias 117 e-118e. Descripción física del resto del país

Primeramente, se decía que todo el lugar era alto y escarpado desde el mar, y que toda la llanura situada junto a la ciudad que rodeaba y estaba, a su vez, envuelta hasta el mar por monte, no tenía apenas relieve, era lisa, muy alargada, de 3.000 estadio por un lado, y 2.000 en el centro, subiendo desde el mar. De toda la isla éste era el lugar orientado hacia el Noto, opuesto a la Osa Mayor y resguardado del viento del norte. (...) El trabajo de la naturaleza y de numerosos reyes durante mucho tiempo hizo la llanura del siguiente modo. Era un cuadrado muy recto y largo, y cuanto le faltaba para serlo, lo completaron cavando una fosa a su alrededor. La profundidad, ancho y extensión escogida de ésta resultaron ser tan grandes al compararlas con otros trabajos, que se convirtió en algo increíble pues era un producto del ser humano; con todo, he de contar, por lo menos, lo que escuchamos: la profundidad era de un pletro, el ancho en todas sus partes un estadio, y su extensión resultó ser de 10.000 estadios, al haber sido excavada alrededor de toda la llanura. La fosa recogía las corrientes que bajaban desde las montañas y rodeaban la llanura, y cuando había alcanzado la ciudad por los dos lados, dejaba fluir allí la corriente al mar. De la parte superior salían unos canales rectos de 100 pies de ancho que cortaban la llanura hasta la fosa que desembocaba en el mar. Cada uno distaba del otro 100 pies; de este modo bajaban antes la madera de las montañas hasta la ciudad y transportaban en barco los otros productos propios de cada estación, pues habían hecho pasos transversales entre los canales que llegaban hasta la ciudad.


Organización militar

Estaba fijado que en cuanto al número cada parte del territorio (de la isla central, sede del palacio real) proporcionará un jefe de entre los hombres útiles que habían para la guerra en la llanura; la extensión de cada parte era 10 veces 10 estadios, mientras que todas hacían un total de 60.000. Se decía que el número de hombres de las montañas y de las otras partes de la región era infinito, y que todos estaban repartidos en esos lugares con sus jefes cada uno según el lugar y la aldea. Estaba decretado que el jefe proporcionara para la guerra la sexta parte de un carro de guerra hasta llegar a 10.000 carros, los caballos y jinetes, incluso una pareja sin carro de guerra, un soldado de a pie provisto de un pequeño escudo, un conductor para los dos caballos junto con el jinete, dos hoplitas, arqueros y honderos, dos de cada uno, soldados con armamento ligero y lanzadores de piedras, tres de cada uno, y a cuatro marineros para un contingente de 1.200 naves.

LAS ISLAS DE LOS BIENAVENTURADOS

Texto 1:

Hesíodo, los trabajos y los días, 156 y ss.
“Pero después de que la tierra ocultó esta estirpe, de nuevo de Zeus Crnica hizo sobre la tierra que alimenta a muchos otra cuarta, más justa y mejor, la estirpe divina de héroes, que son llamados semidioses, primer linaje a lo largo de la tierra infinita. Y a éstos, la guerra funesta y la terrible batalla los destruyó, a unos en Tebas de siete puertas en la tierra cadmea luchando por los rebaños de cabras de Edipo, y a otros, tras conducirlo a Troya en naves sobre las grandes profundidades del mar a causa de Helena de buen cabello.
Allí en verdad la consumación de la muerte los envolvió, a otros el padre Zeus Cronida los estableció en los confines de la tierra, habiéndoles concedido a parte de los hombres vida y morada. Y éstos viven con un corazón despreocupado en las islas de los Bienaventurados, junto al Océano de remolinos profundo, héroes felices, para quienes la tierra, que da trigo, produce un fruto dulce como la miel que florece tres veces al año. [Lejos de los inmortales; entre los cuales reina Crono.]
Hesíodo

Hesíodo ( en latín Hesiodus) fue un poeta de la Antigua Grecia. Su datación en torno al año 700 A.c. es discutida.
Nació en Ascra, cerca de Tebas hacia la segunda mitad del siglo VIII a. C. o la primera del siglo VII a. C. Fue campesino e hijo de un comerciante..
Muchas de las obras que durante la Antigüedad se le atribuían, no son realmente suyas. Lo que parece probado con seguridad es que fue el autor de los Trabajos y días, de la Teogonía, que explica el origen del universo y la genealogía de los dioses, y de los cincuenta y cuatro primeros versos del El escudo de Heracles
Hesíodo murió al parecer en Ascra y sus cenizas se conservaron en Orcómeno, donde se le rindieron honores como a un fundador de la ciudad.

Texto 2:
“También las islas de los Bienaventurados están situadas ante la costa de Mauricia, frente a su extremo más hacia Poniente, es decir, en la parte de esta región con la que linda asimismo el límite occidental de iberia y por su nombre resulta claro que también a estas islas se las consideraban felices por el hecho de estar próximas al territorio que, a su vez, lo eran”.
(Estrabón Geografía, I, 1.5; trad. J.L. García Ramón).


Estrabón

Estrabón fue un geógrafo e historiador griego nacido en Amasia, ciudad del Ponto. La fecha de su muerte se sitúa entre los años 19 y 24.
Fue un gran viajero que, aprovechando la Pas romana, recorrió casi todas las tierras de la ecúmene, llegando a Armenia en oriente, hasta Cerdeña en occidente, y desde el Mar Euxino (Mar Negro) en el norte hasta los límites de Etiopía en el sur. Recorrió el Nilo hasta Asuán en una expedición dirigida por Elio Galo, prefecto romano de Egipto.
De él se conservan únicamente algunos fragmentos de su trabajo histórico, sus Memorias históricas, en 43 libros, complemento de la historia del griego Polibio. En cambio sí se recoge casi por completo su magna obra Geographiká (Geografía), la cual se fecha entre los años 29 a. C., en que da comienzo su periplo, hasta el año 7. Consta de 17 volúmenes de una descripción detallada del mundo.

Texto 3:

“Y los poetas posteriores no cesan de referir cosas en el mismo sentido, la expedición a por las vacas de Gerión y la de las manzanas de las Hespérides, denominando incluso ”Islas de los Bienaventurados” algunas que hoy sabemos que se ven no muy lejos de los promontorios de Maurusia que están frente a Gádira”.
(Estrabón, Geografía,III,2.13; trad. De Mª José Meana Cubero)






Las Islas Canarias




Las Islas de los Bienaventurados