jueves, 8 de noviembre de 2012


Mito: explicación de tus sentimientos y los míos.
Personajes:
 -Travis (Dios de la Tierra)
- Feki (Dios del Agua)
-Wata (Dios del Fuego)
 -Krone (Diosa del Aire)
Lugar: En el Mundo.
Época: Al principio de los Mundos.
Al principio de los tiempos el mundo estaba habitado por los cuatro dioses elementales: Travis, Feki, Wata y Krone, dioses de la tierra, agua, fuego y aire respectivamente.
Los cuatro tenían reinos enormes. El de Travis abarcaba todas las montañas del planeta, el de Feki se extendía por todos los océanos y ríos y solía frecuentar las profundidades marinas, el de Wata se situaba en el interior de la tierra y las bocas de los volcanes eran las diferentes puertas que presentaba su reino y el de Krone abarcaba todo el firmamento y su base se hallaba en una extensa nube en la que vivía sola.
Krone era una diosa muy juguetona y todos los días descendía de su nube para relacionarse con los otros dioses. Entre ellos vivían en completa armonía pero también en soledad, pero la única que se percataba de esa soledad era Krone, ya que solamente ella poseía sentimientos. Les hablaba a sus amigos dioses mucho sobre esas sensaciones que tenía pero ninguno le comprendía.
Un día como otro cualquiera, Krone estaba descansando en su nube, observando el firmamento y planteándose cuestiones sobre la neutralidad emocional de los dioses cuando de repente percibió una tremenda colisión contra algo.
La nube se había estrellado con el pico de una enorme montaña y sin poder hacer nada para evitarlo, la nube estalló en mil gotitas y con esta, el reino entero y Krone, a la que se le mojaron y se le desprendieron rápidamente las alas, calló también colina abajo y se estrelló contra el suelo.
Los demás dioses al escuchar el tremendo estruendo fueron apresuradamente a la montaña para ver que sucedía y se encontraron el cuerpo de Krone roto en mil pedazos. El único órgano que quedaba completo era su corazón.
Como aterrorizado pero sin sentir temor alguno, Feki se dispuso a recogerlo del suelo para limpiarlo y en ese precioso momento salió el primer rayo de sol que deshizo el corazón y lo fundió con el agua que desprendía de sus manos.
El corazón mezclado con el agua se filtró en la tierra y al poco tiempo brotó de esta millones de bolitas rojas con forma de huevo.
Los dioses decidieron no moverse hasta descubrir que contenían aquellos extraños huevos y su espera duró nueve largos meses, hasta que eclosionó el primer huevo.
Expectantes observaron que lo que salía del huevo era una figura parecida a ellos, como de un ser carnal, pero tenía algo diferente.
No tenía alas, en su defecto tenía dos extraños huesos que llamaron omóplatos y dedujeron que sin alas no podría llegar nunca a ser un ser inmortal ya que no podría llegar al cielo como ellos y sin alcanzar ese nivel no podría sobrevivir mucho tiempo.
Llegaron entonces a la cuenta de que era mortal y que al ser un ser que tenía que morir tarde o temprano, al igual que Krone, poseerían también esa cosa tan extraña de la que ella les había hablado: los sentimientos.
Nació así el primer humano y con el todos los extraños sentimientos que tenemos hoy en día.
                                                                                                       Ruymán S.R.
2012-2013

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