Serpo
Lugar:
El Gran Azul ( Isla inmensa en medio del Océano)
Personajes:
Serpo:
Criatura de carácter malvado que atacaba a los hombres sin
necesidad.
Entaide:
Habitante Del islote Gran Azul. Dolida por la muerte de su marido.
Decide recurrir a la misticidad para saber el destino fatal de este.
Era hija de Justo VI, aunque desheredada y desplazada por las
diferencias entre ambos.
Culio:
Dios supremo del Gran Azul. Se le representaba con un hacha y un
pequeño y plateado escudo.
Justo
VI: Apodado el Oscuro por sus métodos poco honestos, fue el
sexto rey del Gran Azul con este nombre.
Época: Edad Antigua
En
aquellos tiempos en los que sólo el sol iluminaba la Tierra y los
hombres debían volver de trabajar al atardecer, existía una bestia
llamada Serpo. Serpo era una criatura que poseía un tronco alargado,
cuatro patas que terminaban en afiladas garras y una mirada
desafiante. Pero si por algo lo conocían los hombres que habitaban
el lugar, era por su particular maldad. Y es que, esta criatura no
atacaba por necesidad, pues sólo lo hacía para provocar mal ajeno.
Cada día, mujeres esperaban en el hogar y en vela el regreso al
hogar de sus maridos, sin saber que estos habían perecido en uno de
los remotos acantilados que formaban el conjunto de la isla a manos
de Serpo. Muchos sabían de la existencia de la bestia, pero pocos se
atrevían si quiera a mencionarla.
Una de esas mujeres que esperaba
impaciente por su marido, Entaide, hija de Justo el Oscuro, Rey del
Gran Azul, ante esta situación decidió contactar con una bruja para
saber donde se encontraba su marido. Acudió al Templo de La Voz,
lugar en el que, tras comentarle su caso a la adivina, esta última
inició una especie de ritual. Posteriormente, y sin inmutarse, le
vaticinó a Entaide que, aunque su marido había muerto, su caída no
sería en vano, pues esta significaría para la especie tranquilidad
y paz. Entaide, nerviosa y sin saber como reaccionar, se levantó y
corrió varios kilómetros hasta llegar a la cima de la montaña mas
alta de su extenso poblado, que se decía que era el portal entre el
mundo de los humanos y de los Dioses. Al llegar, se arrodilló y
gritó fuertemente, parando solo cuando sus cuerdas vocales cedieron.
Casualmente, pasaba por la zona el Dios supremo Culio, jugueteando
con su afilada hacha. Los lamentos de la mujer llegaron a él. Se
asustó tanto que a punto estuvo de cortarse una mano. Sintió piedad
de ella. Sinceramente, él también estaba más que harto del
comportamiento de Serpo. Tan cansado estaba, que sin haber
anochecido, bajó al mundo de los vivos para encontrarse con la
bestia. Al situarse frente a ella, esta se rió. Ofendido por la
falta de respeto y sus actos, Culio cortó las patas del animal con
su hacha. La criatura cayó fulminada, y aunque se arrastraba, seguía
con vida. Fue entonces cuando Culio pronunció las siguientes
palabras:
-
Recuerda este momento, mala bestia, porque ahora te arrastrarás para
no morir. Desde este momento, tanto tú como tu estirpe nacerá sin
extremidades y sufrirá la cacería que tú has provocado durante tu
existencia.
Todos
los habitantes de la Tierra, humanos y no humanos, fueron informados
sobre la historia de Serpo y Entaide. El rumor corrió a través de
los valles. A partir de ese instante, la evolución de la bestia pasó
a llamarse serpiente en honor a Entaide.
I.P.G. 2ºB de Bachillerato.
Me ha gustado mucho este mito y no tengo ninguna pega para él. Creo que la explicación aparte de ser muy original, se entiende perfectamente y se hace una lectura bastante entretenida. Además, en cuanto a ortografía o división del contenido me parece que ha acertado y no ha cometido ningún error. Felicidades ha sido uno de los mitos que más me ha gustado. – Judit P.M.
ResponderEliminarUna creatividad, originalidad, e imaginación asombrosa, nunca pensé que podrían hacer un mito de las serpiente, me ha sorprendido para bien. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEnelis N.D.L