viernes, 12 de noviembre de 2010


Mito de la Luna.

- Personajes: Lycos (un muchacho cazador), Selene (una loba), y Diana (diosa de la caza).
- Mito: Explicar por qué los lobos aúllan a la Luna.
- Lugar: En un bosque a las afueras de Grecia.
- Época: Siglo V a.C

Era una noche como otra cualquiera en un bosque de la antigua Grecia.
Lycos, un joven muchacho, se decidía a hacer su caza nocturna diaria; se proponía cazar a una hermosa loba, una loba de un magnifico pelaje color marfil llamada Selene, una loba que estaba protegida por la diosa Diana, diosa de los animales.
Una inesperada noche, este muchacho se topó cara a cara con la hermosa loba, y sin dudarlo ni un minuto más, rápidamente fue tras ella.
Lycos corrió, corrió y corrió hasta que la loba quedó acorralada por unas rocas que se habían desprendido hace tiempo del gran Partenón en la Acrópolis de Atenas.
Tenía a tiro fijo a la hermosa loba, cuando de repente apareció la gran diosa Diana, la cual al ver lo que ocurría condenó a muerte al joven muchacho por intentar cazar a su protegida loba, pero en su mente tenía un plan mejor y decidió convertirlo en lobo.
Y así se hizo, se transformó en un majestuoso lobo con un bonito pelaje color miel.
La divinidad le advirtió que este cambio no sería temporal, sino eterno.
Fue entonces cuando los dos perdidos lobos comenzaron a buscar un refugio donde cobijarse hasta que amaneciese, y así fue, encontraron un viejo templo a las afueras de la ciudad, un templo que según dicen estaba consagrado al Dios Poseidón.
Y fueron pasando los días, semanas y meses…
Lycos, sin saber cómo, se había enamorado de la preciosa loba Selene, y, de algún modo, su amor por ella fue aumentando a cada día que pasaba.
Todo era perfecto, las estrellas en el cielo que iluminaban con su divino centelleo, Lycos y Selene disfrutaban de una tranquila noche… hasta que de pronto se oyeron ruidos que provenían de un frondoso bosque.
Lycos, alarmado, observó que Selene no estaba a su lado, así que empezó a correr y a correr por el bosque desesperadamente hasta que dio con su amada loba.
Selene se encontraba acorralada por un grupo de cazadores furtivos que iban en su búsqueda, pero con un descuidado movimiento en falso de Lycos, los cazadores se percataron de su presencia y fueron tras de él.
Uno de los cazadores lo alcanzó y le dejó aturdido al lanzarle una piedra, y seguidamente sacó su cuchillo en dirección al corazón.
Se disponía a matar al lobo, pero de repente Selene salió de la nada, y el cazador, asustado, empuñó el cuchillo en dirección a la loba…
Y así fue… los cazadores salieron despavoridos del bosque, y Lycos intentaba recuperar el conocimiento del todo, y en cuanto recobro totalmente el sentido salió corriendo a dar con Selene.
Lycos se quedó inmóvil, sin aliento… tenía delante al ser que más amaba sin creerse todavía que estuviera muriendo.
Selene echo su última mirada a Lycos, una mirada que reflejaba amor, una mirada que el joven lobo nunca había visto reflejada en sus hermosos ojos.
Y finalmente, con un potente aullido de Lycos, el corazón de Selene dejó de latir, y de una manera un tanto mágica, el cuerpo de Selene se convirtió en polvo blanco, un polvo que brillaba, con más intensidad que las mismas estrellas.
Este polvo ascendió al cielo, y cuando llegó al mismo centro del cosmos que se podía observar desde la tierra, se formó una gran esfera en el cielo de color marfil, un color que rápidamente Lycos reconoció.
El joven lobo, al observar la luna, sentía como si estuviera observando a su amada, a su Selene.
A esa gran esfera blanca con el tiempo se le llegó a llamar Luna.
Desde aquél día, y cada vez que la Luna Llena asomara por el horizonte, allí estaría Lycos, aullándola… llamando a su amada Selene.
Yeray D.I.
Curso 2010-2011

jueves, 11 de noviembre de 2010

La separación de 3 mundos
Época: Cuando se creó el universo
Personajes: Aquos (Agua), Ventur (aire), Grunty (tierra) y Pyrus (fuego), Apeiron (Materia creadora del universo), Darkus (oscuridad) y Jominos (antecesores de los humanos)


Hace mucho tiempo, cuando el universo que conocemos no se había ordenado al nivel actual, existía una materia llamada Apeiron, la cual se transformaba en forma humana y creó una tierra viva con seres a su imagen y semejanza. Después de ellos, a través de su poder, creó 5 seres más poderosos que los creados anteriormente y le otorgó 4 elementos primarios, Aquos (Agua), Ventur (aire), Grunty (tierra) y Pyrus (fuego), pero al crearlos se creó otro ser que era todo lo contrario a ellos lleno de ira y odio llamado Darkus (oscuridad).
Darkus permaneció a la sobra de sus hermanos mucho tiempo. Mientras ellos creaban los mares, las corrientes, los volcanes y las islas, todo para que eso seres creados por Apeiron tuvieran un lugar donde vivir. Esos seres al comienzo llamados Jominos veneraban a los 4 hermanos, les hicieron grandes ofrendas y templo y se les tomo como seres superiores durante muchas generaciones.
Pero un día Darkus al ver que fue olvidado resurguió de la oscuridad en la que se encontraba. Implantó peste y enfermedades a todos los habitantes. Los cuatro hermanos al ver este desastre se fueron a enfrentar a Darkus, y cuando llegaron él les dijo que la única manera de salvar era aceptar las siguientes condiciones:
1º Pyrus debía situarse lo más lejos posible de la Tierra y sólo alumbrar durante 12 horas al día
2º Aquos se situaría en la atmosfera superior y se encargaría únicamente de los mares y las lluvias
3º Ventur se movería por todo el mundo creando los vientos
4º Grunty se encargaría de azotar la tierra cuando él se lo ordenara.
Los cuatro hermanos aceptaron bajo una condición: que se situara en lo más profundo de la tierra y se encargara de las almas de los Jomios cuando murieran.
Y una vez aceptados todos los términos se puso orden al caos que se había creado.
Y mientras Apeiron su padre creador de todo se encargase de velar porque el tratado se cumpliera y se situaría en un plano superior para supervisándolo todo.

Abraham C. S.
2º Bachillerato. 2010-2011.

martes, 2 de noviembre de 2010



El mito de la envidia


Personajes: Acantha (personifica la ingenuidad) y su hermana Ianthe.
Época: s.VIII a.C., año 780.
Lugar: Grecia.


Hace muchos siglos, en una pequeña ciudad de Grecia, nacieron dos hermanas, Acantha e Ianthe. Con el paso de los años fueron creciendo y cambiando, y con el tiempo también cambió su relación: si de pequeñas eran inseparables, ahora no se podían ver.
Una de ellas era más guapa que la otra: Acantha era la mujer más bella de toda Grecia, cosa que su hermana no llevaba demasiado bien. Siempre tenía pretendientes esperándola fuera de la casa. Le traían flores, regalos, joyas… y todo tipo de detalles para conquistarla.
Aunque ése era el mayor motivo por el que Ianthe sentía unos extraños celos hacia su hermana, también se podría decir que Acantha era “la preferida” de sus padres, todo lo hacía bien, era la hija perfecta.
Ianthe siempre había intentado acabar con todas las relaciones de su hermana, ningún novio le duraba. Su hermana siempre se encargaba de que nada le saliera bien, tanto en el tema del amor como en el resto de cosas que hacía.
Pero un día, Acantha conoció a su chico ideal, era guapo, bueno, amable (vamos, de los que ya no quedan), un chico inteligente y que además era un buen partido, según sus padres.
Así que al cabo de un tiempo, decidieron dar a conocer que se iban a casar. Al enterarse su hermana Ianthe no se pudo aguantar y decidió hacer algo para impedirlo, como siempre hacía.
Decidió hablar con sus padres para que lo impidieran, pero al ver que no le hacían caso optó por hacerlo ella misma.
La noche anterior a la boda, justo antes de que se despertaran todos, se coló en la habitación Aristo, y junto al desayuno que habían dejado allí los sirvientes colocó una pequeña taza que para él tenía que contener Té, pero que en realidad había llenado con un veneno bastante eficaz.
Era la hora de la boda, y como veían que no llegaba el novio decidieron ir a buscarlo a su habitación y se econtraron con lo que menos esperaban: el cuerpo del muchacho yacía ya sin vida cuando lo encontraron.
Acantha estaba destrozada, no sabía como había podido pasar algo así, y su hermana detrás observaba lo que había causado.
Atormentada por la carga que llevaba decidió quitarse la vida ella también, pero no sin antes dejarle a su hermana una explicación de todo lo que había pasado.

Querida Acantha:
Siento mucho hacerte pasar por esto, pero quería que antes de que me fuera supieras la verdad. Fui yo quien mató a tu novio, lo siento, lo siento de verdad.
Sé que no me entenderás y entiendo que no lo hagas.
Ni yo misma se por qué lo he hecho… no tengo muchos motivos que lo expliquen. Nunca he soportado verte brillar, así que de una forma u otra siempre he intentado que no lo hicieras.
Sé que no es razón y que no podrás perdonarme, así que por eso he decidido acabar con mi vida para al menos pagar de alguna forma lo que te he hecho.
Ahora me doy cuenta de todo el daño que puede hacer la envidia.
Lo siento muchísimo.


Patricia M.G.

Curso 2010-2011