…Mito del Arcoiris…
1- Época: 1.136 a.C.
1- Época: 1.136 a.C.
2- Personajes: Rogelio, Amanda, Narciso, Azucena, Verdasco y Violeta.
3- Explicación: Cómo se hizo el primer arcoiris.
Las tardes de primavera del año 1.136 a.C. fueron largas y aburridas para los Dioses de la felicidad, los que le daban color a la vida, porque no paraba de llover hora tras hora.
Empezaron a jugar, con pelotas, pelotas grises, que ellos convertían en color con el contacto de sus manos. Así, Rogelio convertía muchas pelotas en rojo, mientras que Amanda y Narciso, pintaban bolas de goma de dos colores, amarillo y naranja respectivamente.
Tras ellos, estaban Violeta y Verdasco bordando muñecos de trapo, peluches, y todo tipo de juguetes manuales; todos ellos de los colores violeta y verde. En el exterior de la caverna, cada vez llovía más y más, hasta caía algún que otro rayo de vez en cuando.
Azucena, la diosa del color azul, vio que todos sus compañeros estaban muy tristes y pensó algo para animarlos. Salió de la cueva con un plástico en la cabeza para no mojarse y se sentó sobre una roca. Poco a poco, fue fijando su vista en el cielo, extendió sus brazos, y dijo unas frases, una especie de conjuro, en una lengua antigua y el cielo se despejó, todas la nubes que lo habían cubierto desaparecieron en un instante, no se oían los truenos, y el azul del cielo era más azul que nunca, el sol alumbraba los valles, las montañas, los lagos…
Cuando la luz entró en la cueva, los chicos salieron y gritaron de alegría. Todos se pusieron a bailar y cantar, miraron al cielo y se asombraron de los azul y claro que estaba, pero pensaron que a ese cielo le faltaba algo, aunque estuviera tan liso y limpio, le faltaba algo de magia. Todos ellos llamaron a Azucena para que les ayudara a tirar todos los peluches y pelotas al cielo. La diosa del color azul accedió sin dudarlo ni un momento, y de una manera espectacular, Azucena empezó a lanzar los juguetes coloridos al cielo, todos unos detrás de otros, formando una parábola de franjas que nacía del lago y se ocultaba tras las montañas.
Todos observaron tal preciosidad, cada franja tenía un color distinto, un color por cada Dios de La Felicidad; el rojo, el amarillo y el naranja, eran las pelotas que habían hecho Rogelio, Amanda y Narciso. Los colores verdes y violetas eran los peluches y muñecos que bordaron Verdasco y Violeta. Más tarde, Azucena t
erminó de darle el toque especial a ese arco. Cogió pedacitos de cielo que quedaban ocultos, unos más claros y otros más oscuros, y terminó de formar los 7 colores que hoy en día vemos en un Arcoiris después de un día lluvioso.
Finalmente, los chicos salieron a jugar al valle y veían reflejado su arcoiris en el Lago Telunca. Se metieron a bañarse, mientras que Azucena les observaba desde fuera, sentada sobre la hierba. Así los dioses de La Felicidad dan color a la vida después de cada día gris y todos los recordaremos como unos grandes héroes, que hacen que un día normal se llene de vida.
Francisco G. G. 2ºA Bach. Curso 2008/09
Las tardes de primavera del año 1.136 a.C. fueron largas y aburridas para los Dioses de la felicidad, los que le daban color a la vida, porque no paraba de llover hora tras hora.
Empezaron a jugar, con pelotas, pelotas grises, que ellos convertían en color con el contacto de sus manos. Así, Rogelio convertía muchas pelotas en rojo, mientras que Amanda y Narciso, pintaban bolas de goma de dos colores, amarillo y naranja respectivamente.
Tras ellos, estaban Violeta y Verdasco bordando muñecos de trapo, peluches, y todo tipo de juguetes manuales; todos ellos de los colores violeta y verde. En el exterior de la caverna, cada vez llovía más y más, hasta caía algún que otro rayo de vez en cuando.
Azucena, la diosa del color azul, vio que todos sus compañeros estaban muy tristes y pensó algo para animarlos. Salió de la cueva con un plástico en la cabeza para no mojarse y se sentó sobre una roca. Poco a poco, fue fijando su vista en el cielo, extendió sus brazos, y dijo unas frases, una especie de conjuro, en una lengua antigua y el cielo se despejó, todas la nubes que lo habían cubierto desaparecieron en un instante, no se oían los truenos, y el azul del cielo era más azul que nunca, el sol alumbraba los valles, las montañas, los lagos…
Cuando la luz entró en la cueva, los chicos salieron y gritaron de alegría. Todos se pusieron a bailar y cantar, miraron al cielo y se asombraron de los azul y claro que estaba, pero pensaron que a ese cielo le faltaba algo, aunque estuviera tan liso y limpio, le faltaba algo de magia. Todos ellos llamaron a Azucena para que les ayudara a tirar todos los peluches y pelotas al cielo. La diosa del color azul accedió sin dudarlo ni un momento, y de una manera espectacular, Azucena empezó a lanzar los juguetes coloridos al cielo, todos unos detrás de otros, formando una parábola de franjas que nacía del lago y se ocultaba tras las montañas.
Todos observaron tal preciosidad, cada franja tenía un color distinto, un color por cada Dios de La Felicidad; el rojo, el amarillo y el naranja, eran las pelotas que habían hecho Rogelio, Amanda y Narciso. Los colores verdes y violetas eran los peluches y muñecos que bordaron Verdasco y Violeta. Más tarde, Azucena t
erminó de darle el toque especial a ese arco. Cogió pedacitos de cielo que quedaban ocultos, unos más claros y otros más oscuros, y terminó de formar los 7 colores que hoy en día vemos en un Arcoiris después de un día lluvioso.Finalmente, los chicos salieron a jugar al valle y veían reflejado su arcoiris en el Lago Telunca. Se metieron a bañarse, mientras que Azucena les observaba desde fuera, sentada sobre la hierba. Así los dioses de La Felicidad dan color a la vida después de cada día gris y todos los recordaremos como unos grandes héroes, que hacen que un día normal se llene de vida.
Francisco G. G. 2ºA Bach. Curso 2008/09
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