martes, 10 de noviembre de 2015

LA BONDAD DEL FUEGO


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Época: 1100 a.c.


Personajes:  


-Vera: Divinidad de la justicia y espíritu del fuego, representa la creación sobre el caos. Aparece en la forma de una gran ave con plumaje crema e intensos ojos oscuros.


-Ares: Dios olímpico de la guerra, representando la brutalidad y la violencia.


-Physis: Regidora de las leyes que organizan el Cosmos. (Únicamente mención)

Lugar: Antigua Grecia.


Qué explica: La creación de una nueva humanidad (la actual) con características positivas y la fertilidad de los campos.



Hace mucho tiempo, también existían seres humanos, pero estos, eran diferentes a nosotros.


Así como en otras especies animales, prevalecía la supervivencia. Eran egoístas, crueles y carecían en su mayoría de empatía. Los hombres hacían lo necesario para garantizar el bienestar propio, pues era lo importante, por encima de todo lo demás. Persuadían, engañaban, robaban, asesinaban… Acciones en cierta medida aceptables. Mas lo verdaderamente preocupante era que no sentían remordimiento alguno, impidiéndoles advertir las inmoralidades que cometían.


Sin embargo, entre los desalmados, de vez en cuando aparecían humanos diferentes, capaces de sentir más que meras emociones primarias. Este fenómeno llamaba la atención de los dioses. Algunos mostraban simpatía por ellos, otros desprecio, ya que dichas criaturas se desviaban del patrón característico. Además estas personas, y como era de esperar, tenían numerosos problemas para adaptarse a su cruel entorno. Morían a manos de otros, eran maltratados, humillados y utilizados, mientras ellos no eran capaces de defenderse.


Los dioses discutían acerca del tema, ¿debían permitir la existencia de estos hombres? ¿exterminar a cada uno de ellos nada más nacer?


-Es obvio que sí. -Replicó Ares-. Estos humanos no sirven para nada. Carecen de valor, son débiles, se niegan a luchar. He visto a uno perdonar la vida a una lagartija… ¿Cómo un guerrero así podría ser capaz de matar a sus enemigos?


-Tal vez sean demasiado bondadosos… Mas ¿crees que los hombres crueles son mejor opción? -Respondió Vera con soberbia-. La mayoría de tus ¨guerreros¨ considera enemigo a cualquier criatura viviente que se interponga en su camino.


-Son osados y ambiciosos. -Dijo Ares realmente molesto al escuchar la verdad-.


-Temerarios y egoístas. -Le contradijo ella-. Debemos alcanzar un equilibrio. Humanos justos y piadosos que derramen sangre para proteger aquello que aman y desean. -Finalizó la conversación y emprendió el vuelo-.


Transcurrido cierto tiempo, Ares decidió actuar, decidido a moldear a su gusto la humanidad. Era tal la frustración que sentía por no estar en lo cierto, que él mismo bajó a la tierra a poner remedio. Primeramente, los humanos quedaron sorprendidos con su apariencia: portaba armas y no acaecía guerra alguna en ese lugar, era muy alto y robusto, más que cualquier otro soldado, el casco que llevaba dejaba ver algunos mechones de su ondulado cabello, y sus ojos castaños parecían llenos de vida, con lo cual, dudaron si realmente se trataba de un hombre mortal. El dios, tras permitir que lo contemplaran, procedió a capturar a todos los humanos benévolos, sin dejarse uno solo que pudiera transmitir sus genes.


Cuando Ares hubo terminado su tarea, llevó a los cautivos a una isla donde la tierra era infértil, en la que morirían por inanición. Pero, desafortunadamente para este, Vera lo vio mientras oteaba desde el cielo, pensando aún en soluciones justas. De inmediato, ella entendió lo que sucedía, y sin ser avistada por el señor de la guerra, regresó a Grecia.


Planeó en las alturas, contemplando el horror con su aguda vista. Ningún hombre era inocente, ninguno tenía piedad, ninguno mostraba buenos sentimientos. Vio como sufrían los más débiles, pero no sintió pena por ellos, pues si hubiesen tenido oportunidad, harían lo mismo que sus verdugos. Presenció también las dominación de los más fuertes, que si Physis se lo permitiera, apilarían los cadáveres de sus iguales para hacer una escalera al Olimpo. Vera meditó las posibilidades y llegó a una conclusión: La humanidad de Ares no podía coexistir con la suya.


Seguidamente, descendió para sobrevolar la polis, lanzando incandescentes llamaradas que carbonizaron a los habitantes por decenas, y no cesó hasta acabar con todos ellos. Cuando el dios retornó a Grecia, sólo encontró llamas y escombros. Encolerizado, partió en busca de Vera, mientras esta había conseguido huir a tiempo con dirección a la isla.


Una vez allí, la diosa le explicó a los humanos la tragedia sucedida. Ellos lo entendieron a la perfección, y se mostraron realmente agradecidos. Y a su vez, le contaron a Vera el gran problema que presentaba la isla, rogándole que pusiera solución, ya que, de no ser así morirían. Ella quedó horrorizada ante la idea, y comenzó a maquinar una respuesta. Sin embargo, Ares se presentó en el lugar, y acercándose sigilosamente, atravesó el cuerpo de Vera con su filo, sin darle tiempo siquiera para abrir las alas.


Oscura sangre brotó de la herida, manchando la tierra yerma. Los hombres contemplaron aterrados como el ave, aún con vida, caía suavemente sobre el suelo. Ares miró con odio a cada uno de ellos, y se retiró satisfecho con su venganza.


Vera esbozó una sonrisa, complacida, y cuando exhaló su último aliento, sus restos se tornaron en cenizas, que elevadas por el viento, colonizaron toda la isla. Y los humanos, quienes tenían corazón, lloraron su muerte, empapando la infértil tierra de lágrimas. Pero para sorpresa de todos, de lo que se había convertido ya en barro grisáceo, emergieron cientos de brotes buscando el calor del Sol, y fue así, como la isla se convirtió en un prolífico paraíso, donde los hombres compasivos y bondadosos desarrollaron una nueva civilización, la cual rápidamente se extendió por todo el planeta, rindiendo culto a la deidad ígnea que salvó sus vidas.


No quedó ni rastro de la humanidad soñada de Ares, pues el fuego de Vera había erradicado de la Tierra a las personas sin alma.

Naará L.P.

4 comentarios:

  1. Esta muy bien explicado y redactado, pero, según tengo yo entendido, cuando un dios mataba a otro dios, el que moría le pasaba los poderes al otro o simplemente son inmortales y no pueden morir. Quitando ese pequeño detalle, pienso que el mito da a entender lo que quiere explicar y es entretenido.
    Silvia. G.H

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  2. Me gustó mucho, esta muy bien redactado, es entretenido, además de que captura toda tu atención en cuanto lo empiezas a leer. Realmente ahora mismo no se me ocurre nada que debas mejorar.
    Guacimara C.C

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  3. He de decir antes que nada que me encanta. No puedo decir nada malo del mito porque esta bien explicado y redactado, te engancha nada más leer la primera palabra. Deberías seguir escribiendo historias.

    Lucía B.G.

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  4. El mito está muy logrado. Como ya se mencionó en el anterior comentario, posee una buena redacción, haciendo alegre y no pesada la lectura.Tal vez no sea muy claro a la hora de reflejar lo que intenta explicar el mito, pero también explica muchas cosas como el comportamiento de los Dioses y su relación con los humanos, así como la introducción de elementos naturales. Felicidades compañera.
    Iván.PG.

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